La Comisión Europea presentó este miércoles medidas de emergencia para intentar garantizar a los pesqueros un acceso a las aguas británicas hasta finales de 2019 y compensar los paros de la actividad en caso de un Brexit sin acuerdo. Las medidas buscan «mitigar el considerable impacto que un Brexit sin acuerdo tendría en las pesquerías europeas», aseguró el portavoz de la Comisión Europea, Margaritis Schinas.
El sector de la pesca, aunque representa una pequeña parte del PIB, es uno de los más sensibles en el marco del Brexit, ya que es vital para la supervivencia de las flotas pesqueras de muchos países europeos. Si Reino Unido se marcha del bloque sin un acuerdo, la flota europea ya no podría pescar en aguas británicas y recíprocamente. Sin embargo, la situación no es comparable.
Los pescadores europeos pescaron en 2015 683.000 toneladas en las aguas de Reino Unido, mientras que la flota británica capturó 100.000 toneladas en las aguas de sus 27 socios.La Comisión Europa propone mantener el acceso a sus aguas y facilitar los procedimientos de autorización para navegar a los pesqueros británicos, siempre y cuando Reino Unido garantice lo mismo para los europeos.
La pesca se haría entonces en el marco de las cuotas para 2019 para el Atlántico y el mar del Norte acordadas por los 28 ministros europeos de pesca a mediados de diciembre.»Esperamos que cumplan con la decisión» sobre las cuotas para 2019 en caso de un acceso recíproco a las aguas territoriales, explicó una fuente del ejecutivo comunitario.
La Comisión propone también autorizar que los pescadores reciban compensaciones a través de fondos europeos en caso de que no puedan faenar temporalmente a causa de un «cierre repentino» de las aguas de Reino Unido.La pesca forma parte del proyecto de acuerdo de retirada negociado entre Londres y Bruselas, pendiente de ratificación. Ambos proponen mantener la situación actual con el sistema de cuotas durante el período de transición, previsto hasta finales de 2020.
A partir de entonces, ambas partes esperan «concluir y ratificar un nuevo acuerdo sobre la pesca antes del 1 de julio de 2020», según la declaración política sobre la futura relación, que debe ser todavía aprobada por la Eurocámara y el Parlamento británico.
