La patronal del sector transformador del pescado lamenta que el texto haya sido remitido a Bruselas sin atender a sus aportaciones y alerta de las consecuencias para la sostenibilidad y el mercado único
La Asociación Nacional de Fabricantes de Conservas de Pescado (ANFACO-CECOPESCA) ha expresado su sorpresa y preocupación por la reciente notificación a la Comisión Europea del proyecto de Real Decreto que regula el etiquetado accesible de productos de consumo, sin haber incorporado las propuestas realizadas por el sector durante la fase de audiencia pública.
El texto fue remitido a Bruselas el pasado 14 de junio a través del sistema TRIS, sin que se hayan tenido en cuenta las observaciones presentadas por ANFACO y otros sectores productivos afectados. El plazo para que los Estados miembros o partes interesadas presenten alegaciones finaliza el próximo 16 de septiembre.
Desde ANFACO-CECOPESCA se reitera el compromiso firme con la accesibilidad, especialmente con las personas con discapacidad visual. No obstante, la patronal defiende una aproximación equilibrada, realista y basada en soluciones tecnológicas sostenibles, como los códigos QR parlantes, etiquetas inteligentes o apps como NaviLens.
Críticas a una normativa «inviable y desproporcionada»
La organización denuncia que el decreto, tal y como está planteado, impone medidas de difícil aplicación para un sector como el del pescado transformado, con formatos de envasado como bolsas de plástico o latas litografiadas, donde implementar el sistema braille resulta técnicamente complejo. También se ignoran otras propuestas, como concentrar el etiquetado accesible en el estuche exterior o excluir productos de campañas temporales.
Además, ANFACO advierte que la exigencia del braille como única vía de accesibilidad entra en contradicción con los propios datos de la ONCE, que indican que solo un 10% de las personas ciegas afiliadas utilizan habitualmente este sistema. Esta realidad cuestiona la proporcionalidad de una medida que, según estimaciones del sector, puede suponer entre un 0,5% y un 1% de aumento en el precio final del producto, por el uso de sticks adhesivos, inversiones en maquinaria o ralentización de líneas de producción.
Impacto ambiental y legal
Otro de los puntos señalados por ANFACO es la contradicción entre el nuevo reglamento y los objetivos de sostenibilidad de la UE. La incorporación de materiales como plásticos no reciclables, o el aumento del grosor de envases, genera más residuos y afecta negativamente al impacto medioambiental.
Desde el punto de vista legal, el Real Decreto podría vulnerar el principio de reconocimiento mutuo de normas dentro de la Unión Europea, al exigir que productos importados desde otros países de la UE cumplan con los requisitos específicos de etiquetado en braille, rompiendo el marco normativo comunitario y el Reglamento (UE) 2019/515.
Llamamiento a la reflexión en Bruselas
Roberto Alonso, secretario general de ANFACO-CECOPESCA, ha subrayado que la entidad seguirá trabajando a nivel nacional y europeo para conseguir una normativa que combine accesibilidad real con viabilidad técnica y económica:
“Creemos en un etiquetado accesible, útil y universal. Pero también consideramos esencial adaptarnos a las nuevas tecnologías digitales, que ofrecen alternativas más sostenibles y eficaces. La inclusión no puede construirse a espaldas de la realidad productiva ni del marco legal europeo.”
ANFACO ya ha instado a sus asociaciones homólogas europeas a revisar con detalle el proyecto y a presentar observaciones formales, ante el riesgo de que su aprobación siente un precedente perjudicial para la competitividad del mercado único.
Con esta postura, la patronal del pescado transformado refuerza su compromiso con la accesibilidad y la sostenibilidad, sin renunciar a defender un modelo industrial competitivo, inclusivo y alineado con la normativa comunitaria.
Identificación de productos veganos
Doce países de la Unión Europea —entre ellos España, Francia, Italia y Portugal— han solicitado a la Comisión Europea que prohíba el uso de denominaciones tradicionales de alimentos de origen animal, como “atún” o “salmón”, en productos vegetales procesados que imitan su apariencia o sabor. Esta petición busca evitar el uso de etiquetados que puedan inducir a error al consumidor, como “Tofu-Thuna” o “Current Salmon”, que se asemejan a productos del mar pero están elaborados con ingredientes como soja o champiñones.
Según un informe del Parlamento Europeo, estos productos difieren notablemente de los originales en composición y valor nutricional, y su presentación puede generar confusión. La patronal pesquera Europêche y la conservera Anfaco-Cecopesca insisten en que se garantice una competencia leal, transparencia y seguridad alimentaria. Además, critican que muchos de estos productos vegetales son ultraprocesados, ricos en sal o grasas, lo que contradice su imagen saludable.
Esta iniciativa se enmarca en la campaña #CadaCosaPorSuNombre, que exige claridad y veracidad en el etiquetado alimentario en toda la UE.
