Por tercer año consecutivo, las autoridades ordenan el cierre de la temporada de pesca del calamar Loligo debido al desplome de la biomasa. La situación preocupa a flotas europeas, especialmente gallegas.
En las últimas jornadas, el Gobierno de las Islas Malvinas ha anunciado el cierre anticipado de la temporada invernal de pesca de calamar Loligo —una pesquería clave para su economía y muy exportada a Europa— tras detectar una caída alarmante en los niveles de biomasa disponibles
Biomasas en caída libre y temporadas bloqueadas
La temporada arrancó el 27 de julio, pero una evaluación científica reveló una bajada progresiva en las estimaciones de recursos:
- Estimación inicial: 29.735 toneladas
- Revisión intermedia: 21.695 toneladas
- Última cifra: 14.722 toneladas, con un nivel inferior de confianza de solo 6.539 toneladas
Esta contracción ha llevado al cierre preventivo del caladero, a la espera de análisis más exhaustivos que determinen si se puede reabrir la temporada.
El cierre representa ya el tercer año consecutivo de interrupción de la segunda temporada, alertan las autoridades
Impacto sobre la flota española
Aunque la primera campaña finalizó con rendimientos razonables —unos 38.000 toneladas capturadas por once barcos con base en Vigo y Marín—, estas cifras están un 22 % por debajo de los records históricos (~50.000 t)
Sin embargo, la suspensión de la segunda campaña deja en suspenso las expectativas de muchas empresas gallegas que operan mediante joint ventures en la zona.
Factores detrás del colapso
La drástica reducción del caladero se atribuye a varios factores:
- Sobrecaptura: Los resultados precedentes ya apuntaban a un agotamiento crónico del recurso, con cierres similares en 2024
- Factores ambientales: Cambios en corrientes oceánicas, aumento de depredadores o fluctuaciones climáticas pueden interferir con el desove y migración del calamar, agravando el declive.
- Pesca ilegal e INDNR: La persistencia de buques no registrados o que operan sin control pleno incrementa la presión sobre el recurso y dificulta su sostenibilidad a largo plazo.
Repercusiones económicas y urgencia reguladora
La pesca del Loligo es vital para la economía malvinense: representa alrededor del 60 % del PIB local y gran parte del calamari consumido en Europa proviene de esta pesquería
Este escenario plantea la necesidad urgente de reforzar medidas de gestión basadas en ciencia, regular los accesos, mejorar la colaboración regional y proteger un recurso estratégico que está al borde del colapso.
