Una flota de aerogeneradores flotantes alimentará la reunión del G7 en Biarritz. De esta manera, el primer parque eólico marino en Francia no será el de Saint-Nazaire, Courseulles-sur-Mer o incluso el Fécamp adjudicado en 2012, sino que se instalará en el País Vasco, para la cumbre del G7 que se celebrará en Biarritz desde el 24 al 26 de agosto.
El repentino entusiasmo de Francia por disponer de aerogeneradores en el mar podría explicarse por la disposición de Emmanuel Macron de convencer a Donald Trump de que reconsiderara su decisión, tomada hace casi dos años, de abandonar el acuerdo del Clima de París.
La presencia del G7 en el Reino Unido y Alemania, las dos turbinas eólicas marinas más grandes del mundo con más de 10 GW en servicio, finalmente debe convencer al presidente de EE. UU. «Alimentar la reunión de las siete mayores potencias económicas del mundo por medio de la electricidad verde tampoco es desagradable en la cima del estado», dice un archivo cerrado.
La estrategia del Estado francés para lograr que este proyecto de parque eólico flotante se realice en un tiempo récord proviene de la naturaleza temporal de la instalación, dado que sólo se usará para la reunión del G7.