La Asociación Europea de Organizaciones de Productores de Pesca (AEOP) ha elegido a Pim Visser como presidente de esta organización. Visser afronta un mandato difícil en el que el 2019 será año de la tormenta perfecta, del » big bang», por la entrada en vigor de la obligación de desembarquue, como denominó hace unos meses. «Estamos extremadamente preocupados», señaló. Los retos son mayúsculos, y el sector español reconocía que parte con la posición más comprometida de Europa: con el volumen más bajo de cuotas respecto a su capacidad pesquera, con el nivel más exiguo de rentabilidad y con el mayor grado de dependencia de aguas británicas (Gran Sol y Malvinas) de la zona euro. Porque en 2019 entrará en vigor el descarte cero y será el último año para el que Londres negocie la asignación anual de cupos. Y porque, de continuar como hasta ahora, los Totales Admisibles de Capturas (TAC) volverán a recortarse. Un panorama de «revolución total», describen en el sector, en el que hay más incertidumbres que certezas. Muchos retos que deberá asumir Visser, bajo su presidencia.