Las guerras comerciales frenan la expansión del transporte marítimo. Aunque este creció un 4% en 2017 y se espera que aumente de forma similar en 2018, sin embargo, las guerras comerciales pueden amenazar la bonanza del sector, según un informe de la ONU que señala también que la industria debe reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero. La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo ha publicado su informe anual sobre el Transporte Marítimo 2018, en el que informa de que el año pasado 10.700 millones de toneladas de bienes viajaron por barco, de las que casi la mitad eran productos secos a granel, incluido el mineral de hierro con destino a China, que se describe como el «factor principal» en el reciente crecimiento mundial de envíos.
Esto representa un 4% más que el año anterior y su mayor crecimiento de los últimos cinco años. Los expertos esperan que este resultado se repita en 2018. Sin embargo, advierte de un peligro que se cierne sobre el sector.
Aunque las perspectivas para el comercio marítimo son positivas, éstas «están amenazadas por el brote de guerras comerciales y el aumento de políticas que miran hacia adentro», dijo el secretario general de la Conferencia, Mukhisa Kituyi.»La escalada del proteccionismo y las políticas del ojo por ojo pueden potencialmente perturbar el sistema comercial mundial que sustenta la demanda del transporte marítimo», añadió.
La escalada del proteccionismo y las políticas del ojo por ojo pueden potencialmente perturbar el sistema comercial mundial que sustenta la demanda del transporte marítimo.
Las preocupaciones están relacionadas con las tensiones entre los Estados Unidos y China, las dos mayores economías mundiales, y en menor medida la incertidumbre comercial entre Canadá, México, Estados Unidos y la Unión Europea.
El informe señala que tales fricciones «pueden conducir a descarrilar la recuperación económica y redefinir los patrones de comercio marítimo».
Seis años de bonanza
De no perturbarlo las guerras comerciales u otras situaciones económicas imprevistas, la UNCTAD prevé un crecimiento del comercio marítimo entorno al 3,8% del volumen de mercancías hasta el 2023.
Ese ritmo de crecimiento se sitúa incluso por encima del 3,5% registrado entre 2005 y 2017 y estará liderado por los productos secos a granel frente al trasporte por cisterna. La cuota de trasporte por cisterna (crudo y otros fluidos) ha caído del 50% en la década de los 70 a menos de un 33% en 2017.
Transición energética
Más allá de las guerras comerciales, otros factores de incertidumbre están relacionados con la transición energética, que se muestra en la desaceleración de los cargamentos de petróleo desde los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
No obstante, esto se ha visto compensado en parte por el crecimiento de gas licuado, que llegó a cerca de los 300 millones de toneladas en 2017.
El informe revela que los países en desarrollo, que son los que más trabajadores aportan al sector del transporte marítimo, también son los que más usan este medio para sus transacciones ya sean importaciones o exportaciones.
En total, los países en desarrollo llevaron a cabo el 60% del total del comercio del año pasado.
El sector ha llevado a cabo una reestructuración a través de incesantes adquisiciones y fusiones de las compañías navieras. Diez de las principales empresas del sector acaparan el 70% del transporte marítimo, mientras tres alianzas controlan el 93%.
Esta situación puede conducir a «una pérdida de calidad en el suministro y los servicios y a una elevación de los precios».
Cambio Climático
El informe señala que afrontar el cambio climático debe ser una prioridad del sector a través de la reducción de gases de efecto invernadero.
La UNCTAD saluda la adopción en abril de este año por parte de la Organización Marítima Internacional de una estrategia inicial que apunta a reducir al menos en un 50% las emisiones anuales de los buques en 2050 en comparación con 2008.