Con más de 7.905 km de costa y un nivel gastronómico inigualable, España genera el 20% de la producción total de la industria pesquera de la Unión Europea. Aunque la recuperación económica esté ayudando a la actividad de nuestra flota pesquera, la globalización y la competitividad están generando un entorno muy variable y acelerado.
En los hogares españoles, los productos de la pesca y la acuicultura representan el 13,25% del gasto total de alimentación, siendo el gasto por cápita de 202,44 € y el consumo, 25,6 kg/habitante, según la base de datos de Consumo Alimentario del MAPAMA facilitados por Anfaco-Cecopesca. Esto significa que el consumo encadena 7 años de descensos, excepto en el caso de las conservas. El aumento de precios es uno de los motivos principales de este descenso, pero no es el único.
El consumidor español es el segundo en el ranking de la Unión Europea, sólo por detrás de Portugal, y los quintos del mundo, detrás de Japón, Islandia, Noruega y Portugal. El grupo de los pescados frescos es el más consumido, con un 46,90% del total, seguido por las conservas y preparados de pescado y marisco (18,40%), marisco fresco (13,80%), pescados congelados (10,80%) y mariscos congelados (7,20%), siendo el consumo de mariscos cocidos (1,90%), pescado salado (1,40%) y pescado ahumado (0,80%) mucho más residual.
Tal y como indican las estadísticas pesqueras del MAPAMA, las capturas españolas se contabilizan en 904.032 TM, por un valor de 2.095.551.390 €; la producción acuícola alcanza las 287.501 TM, por valor de 561.773.050 €; y la industria de la transformación genera 801.336 TM, logrando 4.229.040.00 € en valor.
En volumen, las capturas son el grupo que mayor porcentaje representa (45%), seguido de la producción de la industria (40%) y de la producción acuícola (15%). En valor, es la producción industrial la que simboliza un mayor porcentaje (61%), seguido de las capturas (31%) y de la producción acuícola (8%).
Si nos centramos en las especies, el atún/atún calvo es el triunfador del ranking, con un total de 226.570 TM y un valor de 778.769 €. Le siguen la sardina/sardinilla, caballa, mejillones, atún blanco, calamares y chipirones, berberechos, atún con vegetales, almejas y pulpo.
En volumen, las conservas de túnidos son el principal producto elaborado por la industria conservera, representando casi el 70% del total. En valor, son también los túnidos el producto estrella, representando casi el 60% y seguidos con una gran diferencia por los mejillones (8%).
Así, España es una referencia mundial en la producción de pescados y mariscos, alcanzando las 352.798 TM en 2017, valoradas en 1.603.543.000 €. La flota pesquera española representa casi una cuarta parte de la capacidad de la flota europea, lo que, sumado a los volúmenes y las facturaciones, convierten a España en el responsable del 20% de la producción total de la Unión Europea.
España ocupa el puesto 18 de producción del mundo, aunque aún está lejos de las cifras que alcanzan países como China, Indonesia o Estados Unidos. De todos modos, posee la flota más importante de la UE en términos de capacidad (GT) y el tercer lugar de la flota comunitaria en número de barcos. Además, representa el 0,39% de la flota mundial, que cuenta con alrededor de 5 millones de buques. Pero si hay algo que destaca es que España tiene reconocidas más de 1.000 especies pesqueras de interés comercial, ocupando el primer puesto mundial en variedad de pescado.
Exportaciones españolas
España exportó 1,1 millones de toneladas de productos pesqueros en 2016, generando un valor de 3.710 millones de euros. Las exportaciones totales de pescados y mariscos aumentaron en 2017 en un 7,83% en volumen y un 12,47% en valor. Esto significa que el peso de las exportaciones de productos del mar sobre el total del sector de alimentos tuvo una tendencia ligeramente positiva en volumen entre 2016-2017, con una subida de 0,16 puntos. Sin embargo, el valor aumentó en 0,52 puntos.
Las exportaciones de pescados frescos disminuyeron un 4,50% en volumen y un 0,45% en valor, hasta alcanzar un volumen total de 98.164 toneladas y 468.217.000 €. Los pescados planos y túnidos aumentaron en volumen y valor, mientras que los salmónidos y los demás disminuyeron. Las especies pelágicas fueron las principales exportadas, entre ellas el jurel, la caballa y la sardina.
En pescados congelados, las exportaciones aumentaron un 6,41% en volumen y un 13,30% en valor, alcanzando las 452.239 toneladas y los 806.451.000 €. Las principales especies exportadas fueron el atún listado, las caballas, las merluzas y los jureles, aunque los salmónidos, los túnidos y los pescados planos disminuyeron.
En el caso de los filetes de pescado, las exportaciones aumentaron un 1,79% en volumen y un 6,59% en valor hasta las 62.1148 toneladas y los 378.262.000 €. La presentación en congelado fue el grupo que más volumen y valor alcanzó, destacando las merluzas, los atunes listados y los bacalaos.
También aumentaron las exportaciones totales de pescados secos, salados y/o en salmuera y pescados ahumados en un 5,54% en volumen (17.140 toneladas) y un 7,63% en valor (108.280.000 €). La principal especie exportada fue la anchoa salada, seguido del grupo de productos de filetes de pescado secos, salados o en salmuera sin ahumar.
Un buen aumento vivieron los crustáceos, que aumentaron sus exportaciones un 14,38% en volumen (53.497 toneladas) y un 10,91% en valor (403.483.000 €). El congelado fue la principal presentación exportada, siendo la estrella los camarones, langostinos y demás decápodos congelados, que alcanzan el 74% del total.
Los moluscos todavía aumentaron más, un 17,14% en volumen (220.735 toneladas) y un 18,71% en valor 839.986.000 €), siendo las sepias y calamares congelados las especies con mejores resultados, seguidos por los mejillones frescos o refrigerados.
Por último, las exportaciones totales de conservas, preparados y semiconservas incrementaron un 9,06% en volumen (191.802 toneladas) y un 17,85% en valor (921.974.000). La principal especie exportada fueron los túnidos en conserva, que representó el 60% del total.
