El cierre de la pesca de la sardina y las negociaciones del acuerdo UE-Marruecos son los dos grandes desasosiegos que mantienen en estos momentos la flota española. Ante el cierre de la sardina, el ministro Luis Planas ha comentado que «estamos trabajando sobre ello». De momento, se desconocen que soluciones adoptar, aunque todo indica que se trata de mensajes tranquilizadores a un sector como el de la sardina de Galicia que no aguanta más. Los barcos ya han agotado las escasas 63 toneladas asignadas para los meses de mayo, junio y julio y se han visto abocados al cierre. Necesitan soluciones urgentes para despejar la incertidumbre y volver a faenar. Los armadores, inquietos, insisten en salir a la mar echando mano a la cuota reservada para los próximos tres meses (63 toneladas), pero necesitan el visto bueno del Gobierno, que se mantiene en silencio, y de Bruselas, donde deberán constatar que la biomasa de la especie ha crecido.
Los pescadores, tanto del xeito como del cerco, aseguran que este año se ha concentrado mucha sardina en las rías, pero la falta de cuota les impide volver a echar los aparejos. De la inquietud de los profesionales se ha hecho eco la diputada de En Marea Alexandra Fernández, que ha llevado la cuestión al Congreso y ha preguntado qué alternativas ofrecerá a las flotas artesanales que se ven privadas del recurso justo cuando más se revaloriza. También pone el acento sobre la distribución de la cuota de España y Portugal y, sobre todo, pregunta si prevé abrir en breve la pesquería de sardina en aguas ibéricas. Por último, quiere saber de mano del ministro -pues pide respuesta por escrito- si es cierto que se ha producido una mejoría en el stock de sardina ibérica.
Acuerdo con Marruecos
Por lo que respecta al acuerdo con Marruecos, el desasosiego también se extiende entre otra flota: la del caladero marroquí. El acuerdo pesquero con el país norteafricano expiró el sábado sin que Rabat y Bruselas pudiesen llegar a tiempo de cerrar un nuevo protocolo que evitara la expulsión de los 49 barcos españoles que faenaban en sus aguas, 4 de ellos gallegos.
Planas aseguró s que «las cosas van por buen camino». Ante la demanda de ayuda que lanzó el sector, el ministro anunció que «ya hemos dado instrucciones en el ministerio y estamos explorando las órdenes de ayuda para armadores y tripulantes». Ese apoyo podría llegar en forma de respaldo financiero a cargo de los fondos comunitarios, según explicó Planas. Pero la tensión para la flota podría extenderse por meses. Cualquier eventual pacto deberá ser ratificado por el Consejo y la Eurocámara. Sí parecen despejadas las dudas sobre la comercialización de productos pesqueros procedentes del Sáhara.
El Consejo de Ministros dio este lunes luz verde al parche legal introducido en el actual acuerdo con Marruecos para garantizar que la actividad económica en la zona, pendiente de descolonización, beneficia a la población local. No explica la UE a quién han consultado para poder dar rango legal al apaño. Para los armadores es un buen precedente. Creen que su fórmula se podría replicar en el pacto pesquero, permitiendo la vuelta de los buques a uno de los caladeros más ricos de África.