20.000 millones de dólares al año destinan los Estados para ayudar a la pesca. Estas ayudas benefician desproporcionadamente a las grandes empresas y muchas veces incentivar la sobrexplotación. Casi el 85% de los subsidios pesqueros benefician a las grandes flotas, pero la pesca en pequeña escala emplea de forma menor, pero representa el 30% de la captura en las pesquerías marinas. El valor de estas subvenciones podría utilizarse para invertir en pesquerías sostenibles y para reducir el precio de las poblaciones de peces.
Autor: Mukhisa Kituyi.Secretario General de la UNCTAD
Peter Thomson Enviado Especial de las Naciones Unidas para el Océano, Naciones Unidas
Los subsidios que perjudican a las pesquerías y que tienen la recuperación de las poblaciones de peces en los últimos 40 años, deben retirarse para el año 2020. Solo así podremos comenzar a lograr los objetivos que la comunidad internacional suscribió en favor del Desarrollo Sostenible.
No son fáciles de identificar, pero una de las principales fuentes son los subsidios al combustible. Gracias a los subsidios, el precio minorista del combustible marino varía con el precio promedio mundial.
El Objetivo 14 de Desarrollo Sostenible, que se refiere al océano, contiene un «prohibir ciertas formas de subsidios pesqueros y contribuir a la sobrecapacidad y la sobrepesca, introducir nuevos subsidios de ese tipo «para 2020».
Los líderes mundiales adoptaron este objetivo por consenso en 2015, pero durante mucho tiempo, las posibles soluciones se han pospuesto. La Ronda de Doha de la OMC se lanzó en 2001; y en 2017, en la XI Conferencia Ministerial en Buenos Aires, se acordó «continuar participando constructivamente», pero sin soluciones eficaces.
Sostenibilidad
El pescado también sigue siendo uno de los productos alimenticios más comercializados en todo el mundo, y el 54% de este comercio proviene de países en desarrollo. Para estos países, el comercio de pescado es más que otros productos alimenticios combinados.
Por todas estas razones, la sostenibilidad de la pesca es, por lo tanto, esencial para los medios de subsistencia de miles de millones de personas en las comunidades costeras de todo el mundo, especialmente en los países en desarrollo, donde vive el 97% de los pescadores.
Pero si nos mantenemos en nuestro curso actual, empujaremos al límite una de las fuentes de alimentos del planeta y pondremos en peligro nuestras ambiciones para un mundo mejor para 2030.
El 10-12% de la población mundial depende de la pesca y la acuicultura para sus medios de vida
Esto es importante porque los peces representan el 17% de todas las proteínas animales consumidas en el mundo; en el 26%, esta proporción es aún mayor en los países más pobres y menos desarrollados. El océano también es una importante fuente de ingresos. Cerca de 60 millones de personas trabajan en la pesca y la acuicultura, y se estima que 200 millones de empleos están conectados directa o indirectamente con el sector de la pesca.
El 71% de las poblaciones de peces marinos comercialmente importantes son monitoreados por la FAO (2011).
El nombre de nuestro planeta es engañoso. Lo llamamos Tierra. Sin embargo, más del 70% de su área está cubierta por el océano. A veces olvidamos cuán esencial es el océano para el agua que bebemos, el aire que respiramos, para la actividad humana y para la vida. Año tras año, hemos estado superando los límites de la sostenibilidad del océano y, al hacerlo, hemos desafiado al nuestro.
