Ray Hilborn, investigador de pesquerías de la Universidad de Washington, ha contradecido el estudio publicado por la Universidad de California y Global Fishing Watch, que apuntaba a que el sector pesquero ocupa con su actividad el 55% del océano, área cuatro veces mayor que la que emplea la actividad agrícola. Aquél estudio utilizaba los sistemas de identificación automática (AIS, por sus siglas en inglés), que había tomado como base sistemas usados por los barcos solo para proveer información sobre su posición, curso y velocidad y estaban pensados para dar seguridad y evitar colisiones, no para controlar la actividad pesquera, regulada de manera exhaustiva por las autoridades, ni evaluar su impacto.
El estudio, publicado en Science, en febrero, utilizaba los mensajes transmitidos entre 2012 y 2016 a partir de los sistemas de identificación automática (AIS) de más de 70.000 barcos de pesca industrial para crear una huella global, concluyendo que «la pesca industrial ocupaba más del 55 por ciento del área del océano». No obstante Hilborn ha contradecido este estudio y dijo que «los barcos monitoreados para el estudio eran en gran parte barcos atuneros de más de 100 pies, que fueron monitoreados durante décadas. La mayoría de los datos de la huella provienen de la pesca de atún en alta marDurante décadas, las OROP [organizaciones regionales de ordenación pesquera] han distribuido los mapas de la distribución de la migración del atún como parte del procedimiento operativo estándar. Recuerdo haberlos visto hace 30 o 40 años. No hay nada nuevo en esto: va a ser en todo el océano tropical y algunos océanos «, dijo Hilborn.
Hilborn dijo que «si seguimos la migración del atún aleta amarilla veremos diferente explotación según la zonas, según sea el sudeste de Asia ,los EE. UU. o India. Eso significa que es probablemente 1.000 veces más alta la huella en unos sitios que en otro y la explotación pesquera».
Además, los datos de arrastre proporcionados en el nuevo estudio, dijo Hilborn, sobreestiman la proporción de lecho marino que se ve afectado en 10 veces. Hilborn y su equipo completaron un estudio de cinco años sobre los efectos de la captura de información de los sistemas de monitoreo de embarcaciones, los cuadernos de pesca y las observaciones a bordo.
«Lo que queremos es trabajar con nuestra información, porque tenemos datos detallados sobre la pesca de arrastre en todo el mundo. No obstante, ha cambiado la huella global de la pesca, y nuestros datos permitirán combatir la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada y otras actividades en alta mar. Es un conjunto de datos muy valioso. Hay mucho [para] usar «, dijo. «Lo único que diría, y lo realmente positivo de esto, es hacer que la industria pesquera sea sostenible. Ahora se puede saber donde todo el mundo pesca o no. Esto no es un secreto «.