Armadores de la flota de arrastre afirman de la existencia de una gran biomasa de caballa o verdel que se ha quedado estacionada en el Cantábrico y Noroeste por la abundancia de anchoa pequeña y chicharrillo que utiliza como alimento. Esto ha producido la presencia de caballa grande de 2 a 3 piezas en el kilo a lo largo de toda la costera que se come a las otras especies. Junto a ello, los armadores solicitan pescar esta caballa para de esa manera proteger otras especies como la merluza, anchoa, chicharrillo que son su alimento. «Llevamos muchos años con el plan de recuperación de la merluza y cigala y esto de seguir así contraproducente. Caballa abunda de manera notable como se ha demostrado en esta costera que no hace otra cosa que comerse la merluza que cada vez su presencia es menor. Centros de Investigación como AZTI deberían de denunciar esto. La abundancia y ferocidad de la caballa va a comerse al resto de especies. La cigala se cerró sin sustentación científica. La merluza queda reducida porque se come el verdel», señalaba, José Pino armador y capitán de un barco de arrastre que toma parte en la costera. Anteriormente el verdel o caballa se capturaba con total profusión regulándose el caladero de forma más natural. Ahora con los límites de cuota verdel se piensa que va a repercutir sobre otras especies.
Según expresa Pino, la costera de 2018 es inusual con la presencia de caballa de gran tamaño y próxima a la costa. Su causa está en que tiene comida y el impedimento de las capturas de esta especie va a ocasionar una merma en la biomasa de bocarte que» tantos esfuerzos ha llevado en recupera con una veda de cinco años que costó mucho recuperar», decía Pino. Por este motivo, este armador decía que «Europa se empeña en negar lo evidente. Para pescar los peces depredadores no hace falta ser científico».
En esta dirección el capitán de barco Pino hablaba que «la caballa se come estas especies en su fase larvaria o de cría» afectando al desarrollo de la merluza y cigala, en periodo de recuperación. Por este motivo, los armadores pretenden seguir pescando caballa para que siga el proceso biológico que se mantenía anteriormente y no como ahora que se restringe su captura impidiendo su desarrollo a otras especies. «Dejar sin pescar ese verdel grande puede hacer verdaderos estragos a otras especies».
Cuotas adicionales
Mientras tanto España ha logrado una cuota adicional de la caballa que se pesca en aguas del Golfo de Vizcaya y aguas del norte del caladero comunitario, a la que se suma la cantidad disponible de la campaña 2017, lo que supone un aumento de 7,12%
Las cantidades adicionales permiten alargar la actividad de la flota en una pesquería de gran importancia para el sector pesquero
El Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente ha logrado, a través de intercambios con otros Estados Miembros de la Unión Europea, una cuota adicional de la caballa que se pesca en aguas del Golfo de Vizcaya y aguas del norte del caladero comunitario de 1.056 toneladas.
A esta cantidad se suman las 739,39 toneladas de caballa disponibles de la campaña 2017 que España solicitó poder destinar al pago de la multa de caballa y que no han podido traspasarse para el pago de esta multa de 2018. Con estas dos cantidades se obtiene una cuota de 1.795,39 toneladas, lo que supone un incremento del 7,12% de la cuota disponible para 2018.
A esto se añaden las 3.567,5 toneladas que ya se han repartido a mediados de marzo como consecuencia de la aplicación del mecanismo de flexibilidad interanual del 10%. Por tanto, la cuota inicial de 25.202 toneladas se ha incrementado tras este nuevo aumento de cuotas hasta las 30.564,9 toneladas.
PAGO DE LA MULTA POR SOBREPESCA EN 2009
España está haciendo frente al pago de una fuerte multa de caballa que asciende a 5.544 toneladas anuales y que tiene su origen en la sobrepesca realizada en 2009. Esta multa supone una merma importante en la capacidad de nuestra flota y en los ingresos de nuestros pescadores, algo que ahora se puede paliar en parte.
De este modo, estas cantidades adicionales ayudan a paliar la reducción que este año había sufrido la cuota de caballa en relación con la del año 2017 y permiten alargar la actividad de la flota en una pesquería tan rentable y de tanta importancia para nuestro sector pesquero.
En total, en lo que va de año la cuota inicial se ha incrementado en un 21%, lo que compensa en parte la reducción de este stock que se produjo en diciembre como consecuencia del acuerdo de Estados Costeros de la Comisión de Pesquerías del Atlántico Noreste (NEAFC) que es el organismo responsable de la gestión de la especie. En todo caso, el Gobierno continuará trabajando para tratar de lograr más cuota adicional mediante intercambios y para que la Comisión permita que pueda ser utilizada para seguir compensando la multa de este año.