300 científicos del Instituto de Oceanografía denuncian que el centro está “paralizado” Las trabas burocráticas y la incapacidad administrativa reducen la ejecución de su presupuesto al 50%, lo que ha dejado al centro en una situación de colapso. Armadores de la flota del Cantábrico han mostrado su malestar porque hace breves semanas se convocó una reunión con científicos y representantes del sector para impulsar una mejora económica en la evaluación de algunas pesquerías, caso del besugo, aspecto que se aceptó y ahora se demuestra que ni los propios científicos tienen recursos para realizar su trabajo.
Fundado en 1914, el IEO es uno de los siete organismos públicos de investigación dependientes del Ministerio de Economía. Tiene un presupuesto anual que supera los 65 millones de euros y una plantilla de 700 personas en nueve centros oceanográficos situados a lo largo del litoral español y su sede central en Madrid. El IEO gestiona además cinco buques de investigación oceanográfica.
“Esta institución centenaria agoniza por la dificultad para ejecutar sus presupuestos”, han denunciado hoy los científicos. Los firmantes denuncian que “la aparente incapacidad de los responsables de la institución en adecuar la estructura del organismo y de sus sistemas de gestión a su creciente actividad investigadora, junto con la incorporación, en 2014, de un nuevo sistema de control del gasto por parte de Hacienda, se ha traducido en una drástica disminución en la ejecución presupuestaria”.
Según sus cálculos, en 2017 solo se gastó el 50% de su presupuesto, mientras que en 2013 la ejecución era del 90%. La incapacidad del IEO para ejecutar el gasto comprometido en 2017 ha llevado a un ajuste adicional en gasto corriente en bienes y servicios, que sólo permite disponer para 2018 de un 30% de lo presupuestado en el año 2017, denuncian los firmantes del documento, enviado hoy al ministro de Economía, Román Escolano, y a la secretaria de Estado de I+D+i, Carmen Vela.
Los firmantes aseguran que han denunciado su situación “en numerosas ocasiones” la situación a la dirección, que “no ha conseguido remediarla ni la ha denunciado públicamente”.
Los responsables del manifiesto señalan que los problemas organizativos se acentuaron en 2010, “cuando el IEO fue degradado, junto con otros OPI, al rango de subdirección general” y se “agravó” en 2014, tras el cambio del régimen de control financiero impuesto por el Gobierno que entró en vigor en enero de 2014.
“Esta situación de parálisis estructural se resume en incapacidad de gestión de los recursos financieros disponibles, muchos captados de fuentes externas; incumplimiento de los compromisos adquiridos; retrasos en los pagos; devolución de subvenciones no ejecutadas; desincentivación en el liderazgo de proyectos. En definitiva, pérdida de prestigio de la institución y de los profesionales del IEO, y pérdida de capacidad en la consecución de sus funciones”, señalan los científicos.
Los firmantes aseguran que han denunciado su situación “en numerosas ocasiones” esta situación a la dirección, que ostenta Eduardo Balguerías, si bien “no ha conseguido remediarla ni la ha denunciado públicamente”. El próximo martes hay convocadas concentraciones a las puertas de los centros costeros del IEO para leer el documento.