El Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES, por sus siglas en inglés) ha publicado su último informe sobre capturas accidentales (“bycatch”) de especies marinas amenazadas, protegidas y en peligro (ETP) en las pesquerías europeas, y el balance de 2024 vuelve a encender las alarmas. A pesar de que el esfuerzo de observación ha sido similar al de 2023, en varias ecorregiones se registran estimaciones más altas de mortalidad incidental de mamíferos marinos y aves marinas.
El documento ofrece estimaciones anuales de bycatch para 39 especies ETP en 109 combinaciones de especie, ecorregión y arte de pesca (métier de nivel 4) en 11 ecorregiones distintas. Allí donde los datos de 2024 no permitían una estimación fiable, ICES recurre a tasas medias plurianuales (2017–2024) para otras 198 combinaciones, lo que dibuja un panorama muy completo —y preocupante— de la interacción entre las flotas europeas y la fauna más vulnerable.
Delfín común en el golfo de Vizcaya, la señal más preocupante
Entre los mamíferos marinos considerados prioritarios, el informe señala que la estimación de capturas accidentales más elevada en 2024 corresponde al delfín común (Delphinus delphis) en la ecorregión del golfo de Vizcaya y la costa ibérica. Los mayores niveles de bycatch se registran en las parejas de arrastre pelágico de media agua (PTM) y en las redes de enmalle de fondo (GNS) en la división 27.8.a, frente a la fachada atlántica francesa.
A escala de toda la ecorregión, ICES subraya que las tasas más altas de bycatch de delfín común se concentran en los métiers (nivel 5) dirigidos a peces demersales, lo que vuelve a situar en el foco a determinadas modalidades de arrastre y enmalle.
En cuanto a la marsopa común (Phocoena phocoena), otra de las especies sensibles bajo escrutinio científico y político, el informe indica que la mayor estimación de capturas accidentales en 2024 se da en redes de enmalle (GNS) en la ecorregión de aguas islandesas. Las tasas plurianuales (2017–2024) muestran además niveles elevados de bycatch de marsopa en redes de enmalle en las ecorregiones del mar de Noruega y mar de Barents.
En el mar Báltico —donde la población de marsopa es extremadamente reducida y objeto de medidas de emergencia por parte de la UE—, la mayor estimación de 2024 se localiza de nuevo en redes de enmalle (GNS) en la división 27.3.c.22. En el golfo de Vizcaya y costa ibérica, el informe apunta que el arte más conflictivo para la marsopa son los trasmallos (GTR) en las divisiones 27.8.a y 27.8.b.
La pardela balear y las artes estáticas: un cóctel de riesgo
Entre las aves marinas, ICES centra su atención en la pardela balear (Puffinus mauretanicus), especie catalogada En Peligro Crítico a escala global. El informe ofrece por primera vez una estimación anual de capturas accidentales para esta especie en 2024 en trasmallos (GTR) en el golfo de Vizcaya y la costa ibérica.
Además, el análisis plurianual 2017–2024 identifica las líneas de palangre de deriva (LLD) en la ecorregión del Mediterráneo occidental como el arte y zona donde se han registrado las tasas de bycatch más elevadas de pardela balear en los últimos años. Se confirma así la preocupación de científicos y ONG sobre el impacto combinando de redes y anzuelos en una de las aves marinas más amenazadas de Europa.
Tortugas marinas: riesgos en el Adriático, Atlántico abierto y mares celtas
La atención se dirige también a las tortugas marinas, otro grupo emblemático en el debate internacional. En el caso de la tortuga boba (Caretta caretta), la mayor estimación de capturas accidentales en 2024 se registra en parejas de arrastre pelágico de media agua (PTM) en la ecorregión del mar Adriático.
Para la tortuga laúd (Dermochelys coriacea), la mayor estimación anual se sitúa en las líneas de palangre de deriva (LLD) en la ecorregión del Atlántico nordeste oceánico. El informe añade que, considerando todo el periodo 2017–2024, las tasas más altas de bycatch de tortuga laúd corresponden también a palangres de deriva en la ecorregión de los mares celtas.
Rayas, peces cartilaginosos y esturión: la otra cara del bycatch
El documento del ICES no se limita a mamíferos, aves y tortugas: incluye también peces de alto interés de conservación. En 2024 se han elaborado estimaciones anuales de capturas accidentales para la raya mariposa (Gymnura altavela) y el complejo de “common skates” (Dipturus batis y D. intermedius) en varias combinaciones de ecorregión y arte de pesca.
La mayor estimación de bycatch de Gymnura altavela se asocia a los arrastres de puertas de fondo (OTB) en la ecorregión del Egeo–Levante, mientras que para la “common skate” (D. batis) el valor máximo se da igualmente en arrastre de fondo (OTB) en las aguas islandesas.
El informe recoge además capturas accidentales de esturión atlántico (Acipenser oxyrinchus), especie considerada prácticamente extinta en muchas de sus áreas históricas de distribución. En este caso, las estimaciones se refieren a redes de enmalle (GNS) en la ecorregión del mar Báltico, lo que subraya el carácter extremadamente delicado de esta pesquería.
Medidas de mitigación: combinación de artes alternativos, cierres y dispositivos acústicos
Más allá del diagnóstico, ICES insiste en que no existe una solución única para reducir las capturas accidentales de especies ETP. “Las soluciones son específicas de cada contexto y a menudo requieren la combinación de varias medidas técnicas y/o de gestión espacial”, señala el consejo científico.
En el caso concreto de la marsopa común y el arao común (Uria aalge) en redes de enmalle (GNS), ICES considera que el mayor potencial de mitigación proviene del uso combinado de artes alternativas, cierres espaciales o temporales y dispositivos acústicos disuasorios (pinger) para las marsopas. Este paquete, advierte el organismo, puede reducir el bycatch pero también tener efectos sobre los rendimientos de la pesquería y sobre otras especies no objetivo.
Más observadores, más cámaras y mejores datos
Uno de los mensajes más contundentes del informe se refiere a la necesidad de mejorar el esfuerzo de seguimiento y la calidad de los datos. Para afinar las estimaciones anuales y las tasas plurianuales de bycatch, ICES recomienda “maximizar y, cuando sea posible, estratificar el esfuerzo de monitorización por combinaciones área–métier” y dar prioridad tanto a observadores científicos embarcados como a sistemas electrónicos de seguimiento de capturas accidentales (cámaras a bordo, EMS).
El organismo reitera también que es imprescindible contar con información completa sobre el esfuerzo pesquero y de monitorización para todos los métiers, “incluso cuando no se haya registrado ninguna captura accidental”. La ausencia de datos en ciertas flotas o áreas impide —subraya— evaluar con rigor el riesgo real para las poblaciones de cetáceos, aves, tortugas y peces vulnerables.
Un debate que atraviesa la política pesquera europea
Aunque el informe tiene un carácter estrictamente técnico, sus conclusiones llegan en un momento de máxima tensión política en torno a las medidas de emergencia para reducir el bycatch de cetáceos y aves marinas en el Atlántico nororiental, desde el mar del Norte hasta el golfo de Vizcaya y las aguas ibéricas.
Los datos actualizados de 2024, que apuntan a un aumento de las capturas accidentales de mamíferos marinos y aves en varias ecorregiones pese a los esfuerzos desplegados, darán munición tanto a quienes reclaman restricciones más duras —cierres temporales, limitaciones a determinadas artes, objetivos de mortalidad cero— como a un sector pesquero que denuncia el impacto socioeconómico de estas medidas y cuestiona la solidez de algunos modelos científicos.
En este contexto, el nuevo balance del ICES refuerza la idea de que el bycatch de especies ETP seguirá siendo uno de los terrenos más sensibles de la política pesquera europea en los próximos años: un campo donde la sostenibilidad biológica, la viabilidad económica de las flotas y la aceptación social de las medidas estarán más entrelazadas que nunca.
