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viernes, diciembre 5, 2025
Inicionoticias de pescaEuropa abre el debate social sobre el futuro de la pesca

Europa abre el debate social sobre el futuro de la pesca

La sostenibilidad de la pesca europea ya no se discute solo en términos de cuotas, vedas y reglamentos técnicos. La Comisión Europea ha querido enviar una señal política clara situando a los pescadores en el corazón del debate: empleo digno, seguridad a bordo, relevo generacional y atractivo del sector pasan a primera línea de la agenda comunitaria.

En un encuentro celebrado con los interlocutores sociales del sector —la Federación Europea de Trabajadores del Transporte (ETF), Europêche y Cogeca—, el comisario Costas Kadis escuchó durante horas un mensaje firme y coordinado: sin flotas viables, sin tripulaciones con derechos, sin jóvenes que quieran embarcarse, no habrá pesca sostenible por muy ambiciosos que sean los objetivos ambientales.

El diálogo se enmarcó en un momento clave, con varios frentes abiertos: la negociación del Marco Financiero Plurianual 2028–2034, la preparación del Pacto Europeo por los Océanos, la futura Visión para la Pesca 2040 y la evaluación en curso de la Política Pesquera Común (PPC), cuyo informe se hará público en la primavera de 2026. En todos ellos, el comité de diálogo social reclamó una misma pieza: un fondo específico y robusto para la pesca, capaz de financiar modernización responsable de la flota, descarbonización, mejoras de seguridad, formación, condiciones laborales dignas y relevo generacional.

“Para lograr la sostenibilidad, Europa necesita flotas competitivas, empleos decentes y políticas ajustadas a la realidad del mar”, defendió el presidente del comité de diálogo social, Cor Blonk, quien subrayó, además, la necesidad de una Directiva europea específica sobre formación y movilidad del personal pesquero, que armonice requisitos, mejore el reconocimiento de cualificaciones y permita a los profesionales trabajar con seguridad en cualquier Estado miembro.

Por su parte, el comisario Kadis reiteró el compromiso de la Comisión con una pesca “sostenible, competitiva y resiliente”, e insistió en que la futura Visión 2040 reforzará la dimensión social: más atención a la seguridad a bordo, a las competencias profesionales, al bienestar de las tripulaciones y a la capacidad de adaptación de las comunidades pesqueras. Reconoció también el papel del Comité de Diálogo Social como garantía de que el “factor humano” siga presente en cada decisión comunitaria.

Uno de los puntos más sensibles del encuentro fueron las posibles reducciones de cuotas y cierres de áreas de cara a 2026, especialmente en cuencas tensionadas como el Mediterráneo. Los representantes de los trabajadores y de la patronal advirtieron del impacto directo que medidas drásticas, sin evaluación social suficiente, pueden tener sobre el empleo, los ingresos familiares y el atractivo del sector para la juventud. Reclamaron que los criterios socioeconómicos se integren de forma sistemática en el establecimiento de Totales Admisibles de Capturas (TAC) y esfuerzos, y lanzaron un aviso claro a Bruselas: “el sector necesita oxígeno para seguir vivo”.

En paralelo, se abordó la política pesquera exterior de la UE. Las partes coincidieron en la importancia de garantizar un “level playing field” global, es decir, que las flotas europeas compitan en igualdad de condiciones frente a terceros países. Los interlocutores sociales insistieron en que la Unión no puede rebajar sus exigencias laborales fuera de sus aguas: pidieron expresamente que la Comisión no avale estándares por debajo del Convenio C188 de la OIT, referencia internacional sobre trabajo decente en la pesca, en ninguna negociación o foro multilateral.

El balance del encuentro dejó una combinación de reconocimiento y advertencia. Por un lado, satisfacción por el tono constructivo y por la voluntad del comisario de colocar el eje social en el centro de la política pesquera europea. Por otro, preocupación por los debates presupuestarios: los cambios propuestos en el futuro Marco Financiero Plurianual podrían dejar al sector sin los recursos necesarios para hacer realidad la transición que se le exige.

La pesca no es un sector del pasado; debe formar parte del futuro sostenible de Europa”, recordó Juan Manuel Trujillo, presidente de la sección de pesca de ETF. Una idea que resume el espíritu del encuentro: la transición ecológica no puede construirse contra los pescadores, sino con ellos como aliados. La hoja de ruta pasa ahora por traducir este mensaje político en normas, fondos y decisiones que, más allá de los titulares, se noten en la cubierta de los barcos, en las lonjas y en las comunidades que viven del mar.

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