El grupo de congelados levantará una factoría en Vargas (Puente Viesgo) dentro de un plan por fases hasta 2028, con apoyo del Gobierno de Cantabria y ventanillas de financiación europeas; la primera etapa ya arranca en Cartes con nueva maquinaria para crecer un 30%.
La compañía cántabra Froxá, especializada en productos del mar congelados y platos preparados, ha anunciado una inversión de 32 millones de euros para construir una nueva planta en Vargas (Puente Viesgo) y multiplicar su capacidad industrial. El proyecto, presentado junto a la presidenta regional, María José Sáenz de Buruaga, y el consejero delegado de la firma, Javier Fernández, se desplegará en tres fases: una primera, hasta 2026, dedicada a 6 millones en maquinaria para elevar un 30% la producción de la planta de Cartes; una segunda, hasta 2028, que concentrará 26 millones en la fábrica de Vargas; y una tercera, hasta 2030, con creación de empleo y plena rampa de producción. El objetivo inmediato es duplicar la capacidad y, con la nueva instalación estabilizada, acercarse al triple de la producción actual, según expuso la dirección.
El Gobierno de Cantabria ha comprometido ayudas cercanas a 4 millones de euros y una vía rápida administrativa para asegurar los plazos. La nueva factoría, llamada a convertirse en hub de elaborados y valor añadido (rebozados, ensaladas de marisco, precocinados y formatos retail y food service), permitirá optimizar logística, ganar eficiencia energética y reforzar exportaciones, con impacto en la cadena regional de proveedores —desde frío industrial a envase y embalaje— y en el empleo directo e indirecto.
Fundada en 1983 y con sede operativa en Cartes, Froxá se ha consolidado como fabricante y distribuidor para supermercados, hostelería y colectividades, con catálogos que combinan pescados, mariscos y platos preparados. La compañía subraya que el salto de escala llega en un contexto de demanda estable de congelado y mayor preferencia por conveniencia, donde la capacidad de servicio y la proximidad industrial son clave para asegurar surtido, precio y calidad.
La hoja de ruta industrial se alinea con la política de apoyo regional y con instrumentos europeos destinados a modernización productiva, digitalización y mejora de procesos. Fuentes del sector apuntan a que proyectos de este tipo encajan en marcos de fondos estructurales/Next Generation cuando integran eficiencia energética, automatización y competitividad exportadora, si bien las líneas concretas se irán precisando a medida que avance la tramitación.
Con el despliegue por fases ya en marcha, Froxá aspira a ganar músculo para atender picos de demanda, diversificar formatos y acortar plazos de entrega en España y la UE. En paralelo, la firma prevé ampliar plantilla y programar una transición ordenada de equipos desde Cartes hacia Vargas a medida que entren nuevas líneas. La administración autonómica, por su parte, sitúa el proyecto como una apuesta tractora para el ecosistema agroalimentario de Cantabria.
La foto final: inversión 32 M€ hasta 2028, duplicar capacidad en el corto plazo y camino al triple con la nueva fábrica plenamente operativa; apoyo público (casi 4 M€) y encaje en prioridades europeas de modernización; y una estrategia de valor añadido que busca blindar a Froxá entre los líderes ibéricos del congelado marino.
