El grupo italiano reorganiza su estructura industrial en España para concentrar la producción en instalaciones más eficientes, manteniendo la continuidad de una de las marcas más emblemáticas del sector conservero
El grupo italiano Bolton Food, una de las mayores compañías mundiales de productos del mar y propietario de la histórica marca Cuca, ha confirmado la venta de su antigua planta de procesado en el norte de España, concretamente en Vilagarcía de Arousa (Pontevedra). La operación, de carácter patrimonial, no afectará —según ha asegurado la propia empresa— a la producción de conservas de atún y mariscos Cuca, que continuará desarrollándose con normalidad en los centros operativos activos de la compañía en Galicia.
El anuncio fue publicado inicialmente por el medio especializado Undercurrent News, y confirmado por fuentes de la propia Bolton, que enmarcaron la operación dentro de una estrategia de optimización industrial iniciada hace varios años. El objetivo, según el grupo, es reorganizar los activos logísticos y de producción en función de la demanda actual y de los planes de sostenibilidad y modernización de su red europea.
Un cambio estratégico, no productivo
Desde la dirección de Bolton en España se subraya que la venta no implica reducción de plantilla ni impacto en la cadena de suministro gallega. “Se trata de una operación puramente inmobiliaria, sin repercusión sobre la producción o el empleo”, aclararon fuentes de la compañía.
Las líneas de procesado de atún claro, ventresca, mejillón y marisco en conserva de Cuca se mantienen plenamente operativas, y los productos seguirán elaborándose bajo los estándares de calidad, trazabilidad y sostenibilidad que caracterizan a la marca.
La empresa también remarcó su voluntad de mantener las relaciones comerciales con proveedores locales, una red que durante décadas ha contribuido al abastecimiento de materias primas —desde pesca artesanal gallega hasta envases metálicos y logística portuaria—.
Cuca, un símbolo del sector conservero español
Fundada en 1904 en Vilaxoán (Vilagarcía de Arousa), Cuca es una de las enseñas más reconocidas del sector conservero español. En 2011, la marca pasó a formar parte del grupo Bolton Alimentari, división de Bolton Group dedicada a la alimentación, que también gestiona firmas como Isabel y Saupiquet.
Desde entonces, la compañía ha invertido en la modernización de instalaciones, en la obtención de certificaciones internacionales de sostenibilidad (MSC, Dolphin Safe, ISSF) y en el desarrollo de nuevos formatos y gamas “premium”. Su producción actual combina el legado artesanal de la conserva tradicional gallega con procesos industriales de última generación.
La decisión de vender el antiguo centro de Vilagarcía —actualmente sin actividad productiva— responde, según fuentes del grupo, a “una reorganización patrimonial coherente con la concentración de la producción en plantas operativas más eficientes y tecnológicamente avanzadas”.
Una transición sin impacto en el empleo
Bolton ha querido despejar cualquier duda sobre el futuro laboral de su personal en Galicia, asegurando que no se prevén despidos ni traslados forzosos. “La estructura operativa y laboral de Cuca en Galicia no sufrirá modificaciones”, confirmaron portavoces de la empresa.
Asimismo, la multinacional ha indicado que la venta permitirá liberar recursos para inversiones en sostenibilidad, digitalización y automatización de procesos, elementos clave en su hoja de ruta 2025-2030.
La compañía mantiene además su compromiso con la pesca responsable y la trazabilidad total, en línea con los estándares europeos y con las recomendaciones de organismos como el Marine Stewardship Council (MSC) y la Organización de Productores Asociados de Grandes Atuneros Congeladores (OPAGAC).
Contexto sectorial y repercusión local
La noticia se produce en un momento de fuerte reestructuración del sector conservero español, caracterizado por la concentración de empresas, la presión de costes energéticos y el encarecimiento de materias primas como el atún y el aceite vegetal.
En este contexto, grupos como Bolton, Jealsa, Garavilla o Calvo están ajustando su mapa industrial para reforzar su competitividad en los mercados internacionales.
En Galicia, la venta de la planta de Vilagarcía ha despertado interés y cautela entre los agentes locales, conscientes del valor histórico y simbólico del edificio. Las autoridades municipales y el sector industrial de la ría confían en que el nuevo propietario mantenga el uso industrial o logístico de las instalaciones, preservando su función económica dentro del tejido empresarial de la comarca.
Por su parte, los sindicatos y representantes de los trabajadores de Cuca han valorado positivamente la claridad del mensaje de la empresa y la garantía de que la producción y el empleo se mantendrán estables.
Estrategia global de Bolton
Bolton Group, con sede en Milán, opera en más de 150 países y cuenta con una plantilla de más de 11.000 empleados. Su división Bolton Food gestiona una de las mayores redes de procesamiento y distribución de productos del mar del mundo.
En los últimos años, la compañía ha impulsado un plan de transición hacia un modelo más sostenible, con especial atención a la reducción de la huella de carbono, la eficiencia energética y la economía circular en sus plantas europeas.
La empresa italiana también ha reforzado sus inversiones en innovación alimentaria, apostando por envases reciclables, fuentes de proteína marina certificadas y mejoras en la eficiencia del procesado del atún.
Una marca con proyección internacional
La marca Cuca, que mantiene su identidad gallega y su posicionamiento de producto de alta gama, continúa creciendo en mercados internacionales como Italia, Francia, Reino Unido y Portugal, donde las conservas españolas gozan de gran prestigio.
Su alianza con Bolton ha permitido ampliar la distribución global, sin renunciar al sello de origen y tradición que la caracteriza.
En palabras de un portavoz de la compañía, “Cuca seguirá siendo una marca española con alma gallega y alcance internacional. La venta del antiguo inmueble no altera ese compromiso: al contrario, refuerza nuestra capacidad para mirar al futuro con una estructura más moderna y eficiente”.
