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viernes, diciembre 5, 2025
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La industria pesquera del norte de Europa propone una reducción del 25 % como alternativa al “cero TAC” del bacalao

Las organizaciones del sector consideran inviable la recomendación del CIEM y piden una gestión más flexible y realista para 2026

La industria pesquera de los Estados del norte de Europa ha pedido que se sustituya la drástica recomendación científica de “capturas cero” de bacalao del mar del Norte y del plateau continental norte por una reducción controlada del 25 % del TAC (Total Admisible de Capturas) para 2026.

La propuesta fue formulada por la Northern Fishing Alliance (NFA), que agrupa a asociaciones de armadores y organizaciones de productores de Noruega, Dinamarca, Escocia, las Islas Feroe e Islandia, tras la publicación del último dictamen del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (CIEM), divulgado el pasado 23 de septiembre.

El informe científico del CIEM recomendaba una suspensión total de las capturas de bacalao en la zona para el próximo año, debido al deterioro sostenido del stock reproductor y al bajo reclutamiento observado en las últimas campañas. Sin embargo, el sector pesquero ha advertido de que una medida tan extrema tendría consecuencias socioeconómicas devastadoras para miles de empleos y para la viabilidad de comunidades costeras enteras.

En un comunicado conjunto, la NFA consideró que una reducción del 25 % del TAC actual permitiría garantizar la sostenibilidad del recurso y, al mismo tiempo, mantener un nivel mínimo de actividad económica en las flotas dependientes del bacalao. “Un cierre total no es una opción viable. Debemos combinar ciencia y pragmatismo para asegurar tanto el futuro del recurso como el de las personas que viven de él”, señalaron los dirigentes de la Alianza.

Los representantes de la industria subrayan que las flotas de la región ya han aplicado medidas de gestión reforzadas en los últimos años, incluyendo cierres estacionales, mejoras tecnológicas en la selectividad de las artes de pesca y controles más estrictos sobre los descartes. Por ello, consideran que el esfuerzo de reducción debe ser gradual y basado en datos actualizados, en lugar de aplicar una moratoria inmediata y absoluta.

Los países miembros de la NFA argumentan además que los modelos de evaluación del CIEM no reflejan completamente la dinámica real del stock, influida por factores ambientales como la temperatura, la disponibilidad de alimento y los desplazamientos de los bancos de juveniles hacia áreas más profundas o más al norte.

La propuesta de la Alianza busca abrir un espacio de diálogo entre el sector, los científicos y las administraciones nacionales antes de la fijación definitiva de las cuotas por parte de la Unión Europea y Noruega, prevista para diciembre.

Desde el ámbito científico, el CIEM ha defendido su posición recordando que las recomendaciones se basan en el principio de rendimiento máximo sostenible (RMS) y que la prioridad debe ser la recuperación biológica del stock de bacalao, una de las especies más emblemáticas pero también más presionadas del Atlántico nororiental.

El debate entre ciencia y gestión política vuelve así al primer plano en el norte de Europa. Mientras los expertos alertan de que el stock está en niveles críticos, el sector insiste en que la transición hacia una pesquería sostenible no puede lograrse sacrificando por completo la actividad económica.

El resultado final dependerá de las negociaciones entre Bruselas, Oslo y los países costeros, que deberán encontrar un equilibrio entre la protección del recurso y la supervivencia de las comunidades pesqueras.

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