Jóvenes estudiantes defienden la pesca como un sector moderno, sostenible y lleno de oportunidades
La última mesa redonda de las Assises de la Pêche et des Produits de la Mer, celebrada en Boulogne-sur-Mer el viernes 19 de septiembre, dejó una imagen de optimismo. Tres jóvenes estudiantes de liceos marítimos, llamados a ser la nueva generación de profesionales del sector, subieron al escenario para explicar sus motivaciones y derribar los clichés que aún rodean a la pesca.
Se trató de Mattéo Buchwald, Swann Chanteau y Arthur Mille, alumnos de terminales y BTS vinculados al ámbito marítimo. Sus discursos fueron claros: quieren un futuro en la mar, no por casualidad, sino por convicción. Chanteau sueña con ser patrón de barco en la pesquería de vieira en Erquy; Buchwald se ve navegando en campañas de larga distancia, como las de la légine; y Mille quiere trabajar en el comercio internacional de productos pesqueros.
Vocaciones que se renuevan
Aunque en dos de los casos existe tradición familiar vinculada al mar, los responsables educativos destacaron que cada vez más alumnos llegan sin raíces marineras. “Incluso tenemos estudiantes que proceden del antiguo corazón minero”, explicó Mehdi Bouchelaghem, director del liceo marítimo de Portel. Según añadió Alain Pomes, del Centro Europeo de Formación Marítima Continua (CEFCM), hay que hablar de “proyectos y trayectorias modulables” más que de carreras de por vida, reflejando la diversidad de motivaciones que hoy atrae a los jóvenes.
La pesca como jardín, no como expolio
Uno de los mensajes más repetidos fue la necesidad de acabar con los prejuicios. “Cuando digo que quiero ser pescador, todavía escucho que gastaré el sueldo en los bares o que destruiré el mar”, lamentó Buchwald. Él y Chanteau insistieron en que la pesca debe entenderse como un trabajo ligado al cuidado de los océanos: “La mar es nuestro jardín. Como los campesinos cuidan la tierra, nosotros cuidamos el mar. Si no lo hacemos, no habrá nada que pescar”.
Para ellos, la pesca significa también libertad: no estar encerrados en un despacho, vivir el contacto directo con la naturaleza y cultivar una relación responsable con el mar.
Liderazgo y nuevas competencias
Más allá de las faenas tradicionales como el ramendado o el matelotaje, los jóvenes destacan la importancia de aprender gestión y liderazgo. “Un capitán no solo dirige el trabajo, también responde por la seguridad y debe saber gestionar conflictos o emergencias. La autoridad se combina con la capacidad de escuchar al equipo”, subrayó Buchwald.
Conexión con las redes y el consejo juvenil
La mesa redonda también sirvió para recoger expectativas sobre el recién anunciado Consejo de Jóvenes de la Pesca, presentado por Olivier Le Nézet. Los estudiantes piden que sea un espacio real de participación, con un lenguaje cercano a las nuevas generaciones, apoyado en redes sociales y alejado de la burocracia que a menudo empaña la comunicación institucional.
Formación ligada a la excelencia
Instituciones como el Campus des Métiers et des Qualifications d’Excellence de Boulogne impulsan itinerarios que combinan la formación técnica con la valorización de los productos del mar. “Queremos que carreras como el comercio internacional integren también la dimensión pesquera”, señaló su directora, Justine Delefortrie.
Un rayo de esperanza para la pesca europea
Las Assises concluyeron con la imagen de estos jóvenes defendiendo con pasión un sector en plena transición, marcado por retos como la sostenibilidad, el relevo generacional y la innovación tecnológica. Frente a la caricatura de que “quien no vale para estudiar irá a la mar”, las nuevas generaciones reivindican la pesca como un campo de futuro, con formación de alto nivel y un compromiso ambiental ineludible.
