El bonito del norte vuelve a las pescaderías tras una ausencia de siete días sin descargas que había generado una verdadera demanda entre consumidores y profesionales del sector. La flota de cebo vivo vasca se ha desplazadado a Galicia para sacar rendimiento a este mes de septiembre. Así, reanudó sus ventas con una primera descarga de 14.000 kilos en Getaria, alcanzando un precio medio de 10 euros por kilo. Junto a ello, se ha descargado patudo pequeño, más conocido como ‘monja’, en un volumen de 36.000 kilogramos a un precio de 3,75 euros.
El regreso del bonito a las lonjas se produce tras una semana en blanco provocada por la meteorología adversa que impidió faenar a la flota. La ausencia de descargas se tradujo en una tensión en los mercados y una subida de precios. En alta mar, al norte de Ribadeo, se concentraban ayer barcos gallegos, vascos, franceses e incluso irlandeses, todos siguiendo la misma mancha de peces, bajo la atenta vigilancia del buque hospital Juan de la Cosa, preparado para atender cualquier emergencia.
Buen balance pese a las dificultades
Hasta finales de agosto, la costera se había desarrollado con normalidad, con buenos volúmenes de capturas y una facturación sólida en las principales lonjas gallegas.
Lo que ahora preocupa a la flota es, por un lado, la evolución del tiempo en el tramo final de la campaña y, por otro, la abundancia de “mono”, es decir, ejemplares pequeños por debajo de los cuatro kilos, que podrían presionar a la baja los precios en lonja.
A diferencia de lo ocurrido en años anteriores, cuando entre 2018 y 2021 hubo que cerrar la pesquería de manera anticipada, la cuota no supone este año un problema. España dispone de 26.000 toneladas de bonito del norte, de las que se ha consumido aproximadamente un 60 % en lo que va de campaña.
Aunque la flota ya no puede operar en aguas británicas tras agotar esa parte de la cuota, aún restan posibilidades de pesca en el Cantábrico y otras zonas comunitarias, lo que ofrece margen para mantener la actividad en las próximas semanas.
La flota vasca confía en septiembre para redondear una costera que, pese al parón por el mal tiempo, se mantiene en cifras positivas. Tras las fiestas de Hondarribia, los barcos de este puerto retomarán sus faenas el día 13. “Había ganas de bonito del norte”, reconocen en las lonjas, donde el regreso de la especie ha devuelto la normalidad a un mercado marcado por la escasez y los precios elevados.
El bonito vuelve así a ocupar un lugar central en pescaderías y hogares, en un tramo decisivo de la campaña en el que los factores meteorológicos y el tamaño de las capturas marcarán la evolución de los precios y los balances finales de la costera.
En Galicia, la demanda contenida y la escasez de capturas dispararon las cotizaciones. En Celeiro, la especie llegó a pagarse a 10 euros —tasas e impuestos aparte—, mientras que en Burela rozó esa cifra, con precios de 9,85 euros el máximo y 8,65 el mínimo. Incluso en Vigo, donde apenas entraron 14 kilos, se alcanzaron los 6 euros el kilo. En contraste, en A Coruña todavía no se habían producido descargas en lo que va de mes, aunque se esperaban las entradas de dos embarcaciones con 700 kilos cada una, según explicó Juan Carlos Corrás, presidente de la Lonxa da Coruña.
“Llevábamos prácticamente siete días sin capturas y eso puede desvirtuar el balance de la temporada”, explicó Miguel Neira, responsable de la lonja de Burela, considerada la referencia del bonito en Galicia. Hasta el momento, esta instalación ha subastado más de un millón de kilos, generando una facturación cercana a los cinco millones de euros.
