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viernes, diciembre 5, 2025
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Getaria lanza el primer ensayo de engorde de atún rojo en el Cantábrico

Frente a la costa de Getaria, en el corazón del Cantábrico, un grupo de 50 ejemplares de atún rojo del Atlántico (Thunnus thynnus) nada en círculos dentro de una jaula marina de alta tecnología. Son los protagonistas del primer proyecto piloto de engorde de esta especie en el norte de España, una iniciativa pionera que podría marcar un antes y un después en la acuicultura nacional. Con pesos que oscilan entre los 70 y los 80 kilogramos, estos túnidos podrían abrir el camino a una producción comercial sostenible que combine ciencia, economía azul y alta gastronomía.


 Una apuesta experimental con proyección global

El proyecto, puesto en marcha en julio de 2025, es liderado por el centro tecnológico vasco AZTI, en colaboración con la empresa especializada en atún rojo Balfegó, referente internacional en pesca responsable y trazabilidad. La instalación se sitúa a escasos metros de la costa guipuzcoana, en aguas controladas, y tiene como objetivo evaluar si es viable engordar atunes en condiciones ambientales atlánticas, una práctica habitual en el Mediterráneo, pero inédita hasta ahora en el Cantábrico.

“Este ensayo nos permitirá determinar si las condiciones de temperatura, corriente y salinidad del Cantábrico son óptimas para la fase de engorde del atún rojo”, explica un portavoz de AZTI. “Si todo va bien, en 2026 podríamos ampliar a una escala comercial de entre 500 y 1.000 peces”.


¿Por qué engordar atunes?

El atún rojo es uno de los productos más codiciados por el mercado gastronómico, especialmente en Japón y en la alta cocina internacional. Su carne, rica en grasas omega-3, alcanza precios que superan los 100 €/kg en lonja, y algunas piezas individuales pueden valorarse en miles de euros.

La técnica del engorde —capturar ejemplares jóvenes vivos y alimentarlos durante meses hasta que alcanzan un tamaño óptimo para el mercado— permite mejorar el rendimiento económico, controlar la calidad y reducir la presión sobre las poblaciones salvajes, cuya pesca está limitada por cuotas internacionales.


 Ciencia, sostenibilidad y trazabilidad

Los 50 atunes del experimento serán alimentados exclusivamente con pescado local congelado, seleccionando especies de descarte o excedentes de flotas de bajura, lo que evita el uso de piensos procesados y cierra el círculo con la economía local. Durante los próximos meses, los biólogos marinos de AZTI medirán su crecimiento, estado de salud, tasa de conversión alimentaria y comportamiento.

Además, cada ejemplar está marcado y monitorizado individualmente, lo que permitirá seguir su evolución hasta su eventual sacrificio con métodos éticos y comercialización con trazabilidad total, una de las señas de identidad de Balfegó.


¿Una acuicultura de alto valor en el Cantábrico?

Aunque el norte de España ya cuenta con proyectos acuícolas centrados en el rodaballo o la lubina, la introducción del atún rojo marca un salto cualitativo. Supone pasar a un modelo de acuicultura de especies de gran tamaño y alto valor añadido, con potencial exportador y capacidad de diversificación.

“Podemos imaginar en pocos años restaurantes de Euskadi sirviendo atún rojo del Cantábrico con origen controlado, sabor local y certificación ambiental”, afirma un responsable del proyecto.

El ensayo, además, podría crear empleo estable y cualificado en el sector mar-industria, desde el cultivo hasta la transformación y distribución, en una zona históricamente ligada a la pesca tradicional.


 Retos y futuro

Pese al entusiasmo, los retos no son menores. El atún rojo es una especie migratoria de gran tamaño y metabolismo rápido, lo que requiere infraestructuras marinas robustas, vigilancia sanitaria constante y protocolos de bienestar animal exigentes. También será clave obtener la aprobación de organismos ambientales y garantizar que el modelo no afecte a la biodiversidad ni al uso compartido del espacio marítimo.

La colaboración entre instituciones científicas, pescadores, administración y empresas privadas será determinante para escalar este modelo de forma responsable y eficaz.


El Cantábrico, tierra de tradición atunera y caladeros históricos, mira ahora hacia el futuro con un enfoque innovador. Este primer ensayo de engorde de atún rojo en Getaria no solo representa una apuesta tecnológica y comercial, sino también un ejemplo de cómo la acuicultura puede integrarse en los ecosistemas costeros respetando sus ritmos y aprovechando su potencial.

Si la iniciativa prospera, Euskadi podría convertirse en un referente europeo de acuicultura de precisión y valor añadido, transformando sus costas en un laboratorio azul donde ciencia, mar y sostenibilidad navegan juntos hacia nuevos horizontes.

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