La alianza entre ANOPCERCO y OPPs Cantábrico marca un antes y un después en la gestión responsable del recurso sardina en el Atlántico ibérico
La sardina ibérica vuelve a lucir el prestigioso Sello Azul de Marine Stewardship Council (MSC) tras un riguroso proceso de certificación que avala su pesca sostenible. Esta distinción reconoce los esfuerzos de las flotas de cerco portuguesas y españolas, lideradas por ANOPCERCO y OPPs Cantábrico, en la gestión responsable de este recurso clave del Atlántico.
Esta certificación representa un paso histórico: es la primera vez que una pesquería logra la certificación MSC a través de una alianza transfronteriza entre flotas de España y Portugal. Superando la auditoría independiente de Bureau Veritas, las capturas de sardina realizadas por 317 embarcaciones (132 portuguesas y 185 españolas) cumplen los tres principios del estándar MSC: población saludable, impacto ambiental mínimo y una gestión eficaz.
Para 2025, las cuotas de captura alcanzan las 51.738 toneladas, de las cuales el 66,5% corresponden a Portugal y el 33,5% a España. Las operaciones certificadas se extienden desde el Golfo de Vizcaya hasta el Estrecho de Gibraltar. El inicio de la campaña tuvo lugar el 19 de marzo en el norte de España y el 21 de abril en Portugal, prolongándose hasta agotar las posibilidades de pesca.
El proceso ha sido posible gracias a la colaboración entre 15 organizaciones de productores de ambos países, así como tres asociaciones industriales portuguesas: ANICP, ALIF y APED. Esta unión ejemplar entre sector extractivo, industria transformadora y distribución alimentaria es única en el programa MSC.
Este reconocimiento supone una reivindicación para la sardina ibérica, cuya certificación fue suspendida en 2014 debido a la sobreexplotación. Desde entonces, se han implementado mejoras significativas como el plan plurianual de gestión vigente hasta 2026, que regula cuotas, vedas y protección de juveniles.
Portugal lideró en 2010 la creación de la Comisión de Acompañamiento de la Pesca de la Sardina, un órgano que ha permitido el seguimiento científico y la adaptación continua de medidas. Proyectos liderados por el IPMA y el IEO han sido clave en la comprensión del ecosistema y en el desarrollo de modelos de gestión resilientes.
MSC ha destacado el carácter esencial de la sardina en la cadena trófica marina y ha exigido criterios ambientales especialmente rigurosos. La certificación implica compromisos de mejora continua durante cinco años, como incrementar la presencia de observadores independientes, mejorar el registro de especies no objetivo y promover la capacitación técnica.
Además, la pesquería ha sido seleccionada para recibir una beca del Ocean Stewardship Fund. El proyecto, liderado por la Universidad de Vigo y el IPMA, busca integrar criterios ecosistémicos en la gestión del stock de sardina, fortaleciendo su sostenibilidad.
La certificación también representa un respaldo económico y cultural para las comunidades costeras de ambos países. La sardina ibérica, además de ser parte fundamental de la dieta mediterránea, aporta omega-3, calcio y vitaminas esenciales.
«Esta certificación no es solo una distinción ambiental: es la prueba de que merece la pena invertir en una gestión responsable de los recursos y en la perseverancia de las comunidades pesqueras que viven del mar», declaró Humberto Jorge, presidente de ANOPCERCO.
Por su parte, Norberto Emazabel, presidente de OPPs Cantábrico, subrayó: «MSC significa visibilidad en el mercado, garantía de sostenibilidad y transparencia del esfuerzo de nuestras flotas».
Alberto Martín, director de MSC para España y Portugal, añadió: «Este es un punto y seguido. Las flotas han demostrado liderazgo y sacrificio. Ahora es el turno de los mercados de premiar este esfuerzo por la sostenibilidad».
Este hito no solo consagra la recuperación del recurso, sino que refuerza el papel de la sardina como motor ecológico, social y económico del Atlántico ibérico. La pesca sostenible ya no es una aspiración, es una realidad demostrada con el Sello Azul.
