El gigante italiano del atún, Bolton Group, ha anunciado una renovación de sus alianzas estratégicas con las ONG Oxfam y WWF, con el objetivo de profundizar en su compromiso con los derechos humanos, la sostenibilidad social y la trazabilidad dentro de su cadena de suministro. Esta iniciativa se enmarca en el programa “Human Rights Due Diligence” que la compañía viene desarrollando desde hace años y que ahora entra en una nueva fase más ambiciosa, con especial atención a las condiciones laborales en plantas de procesamiento ubicadas en países clave como Ecuador y Colombia.
Bolton, propietario de marcas reconocidas a nivel mundial como Rio Mare y Saupiquet, ha destacado que su renovada colaboración con Oxfam se centrará en reforzar la transparencia de sus operaciones, el respeto a los derechos laborales y la mejora de las condiciones de trabajo en toda la cadena de suministro, desde los buques de pesca hasta las plantas procesadoras. Según la empresa, esta alianza pretende “garantizar que las personas que trabajan en nuestra industria sean tratadas con dignidad, justicia y seguridad”.
En paralelo, la compañía continuará su cooperación con WWF con un enfoque en la trazabilidad y sostenibilidad medioambiental, asegurando que el atún capturado y procesado cumpla con los más altos estándares de pesca responsable. Bolton ha indicado que el esfuerzo conjunto con WWF permitirá avanzar en certificaciones independientes y sistemas de monitoreo que respalden prácticas de pesca legal y sostenible, esenciales en un contexto de creciente presión sobre los océanos.
En el caso específico de América Latina, Bolton ha señalado que Ecuador y Colombia —dos de sus centros operativos más relevantes— serán regiones prioritarias en esta nueva fase del proyecto. Allí, se evaluarán en profundidad las prácticas laborales y se pondrán en marcha planes de mejora en colaboración con sindicatos, autoridades locales y organizaciones sociales, en línea con los Principios Rectores de la ONU sobre Empresas y Derechos Humanos.
Este movimiento de Bolton responde también a la creciente presión por parte de consumidores, inversores e instituciones públicas, que demandan mayor responsabilidad social corporativa y cumplimiento de normas éticas a lo largo de toda la cadena alimentaria. En este sentido, la empresa asegura que no se trata de una campaña de imagen, sino de un compromiso firme y a largo plazo con la mejora real de las condiciones en un sector históricamente vulnerable a abusos, precariedad y falta de supervisión.
Oxfam, por su parte, ha valorado positivamente la voluntad de Bolton de incorporar mecanismos de rendición de cuentas y escucha activa hacia los trabajadores, especialmente mujeres y colectivos migrantes, muchas veces invisibilizados dentro de las cadenas de valor del atún. La ONG subraya que el enfoque de «debida diligencia» adoptado por la empresa representa un avance significativo en la industria alimentaria.
Con esta renovación de sus compromisos, Bolton busca convertirse en una referencia internacional no solo en producción y comercialización de conservas de atún, sino también en respeto a los derechos humanos y sostenibilidad, demostrando que es posible compatibilizar rentabilidad con ética empresarial y responsabilidad social.
