Los cerqueros europeos agotan sus cuotas en tiempo récord, confirmando el buen estado de la especie tras años de medidas de gestión sostenibles
La temporada de pesca de atún rojo en el Mediterráneo ha terminado de forma excepcionalmente rápida este año, tras solo siete días de actividad, un hecho que confirma el buen estado de la especie y una clara recuperación del stock tras años de políticas de control y conservación. Aunque oficialmente los cerqueros europeos disponían de cinco semanas para completar sus capturas, los cuotas se alcanzaron en apenas una semana, lo que obligó al cierre anticipado de la campaña.
La organización de productores Sathoan, que agrupa a 14 de los 21 cerqueros franceses activos, anunció el domingo 1 de junio el fin de la temporada para su flota, calificando la campaña como “un éxito notable para los cerqueros de Sète y los puertos vecinos”. Ya el lunes 2 por la mañana, tres barcos habían regresado a puerto en Sète y Agde, marcando el cierre operativo de la campaña.
Recuperación de una especie emblemática
Este rápido cumplimiento de los cupos no es resultado de una sobrepesca, sino todo lo contrario: la abundancia del recurso ha permitido capturas eficientes y dentro del marco legal. La recuperación del atún rojo (Thunnus thynnus) en el Mediterráneo es una de las historias de éxito más destacadas en materia de gestión pesquera internacional.
Gracias a las medidas establecidas por la CICAA (Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico) y adoptadas por la Unión Europea —como la reducción de capturas, el aumento de la talla mínima, el control vía satélite y la trazabilidad— el stock de atún rojo se ha restablecido hasta niveles que permiten una pesca sostenible con alto valor comercial.
Un recurso estratégico para el sector
El atún rojo es una de las especies más apreciadas del Mediterráneo, especialmente en mercados internacionales como el japonés, donde alcanza precios elevados por su calidad. La brevedad de la temporada ha sido recibida con satisfacción por el sector pesquero, ya que demuestra tanto la rentabilidad de la actividad como la eficacia del modelo de gestión.
“El hecho de que hayamos alcanzado los cupos tan rápidamente refleja no solo una buena planificación, sino también una presencia fuerte de atún en nuestras aguas”, explican desde Sathoan.
Retos pendientes: vigilancia y cambio climático
A pesar del optimismo, expertos y organizaciones ecologistas señalan que no se debe bajar la guardia. La presión sobre los ecosistemas marinos continúa y factores como el cambio climático y la pesca ilegal siguen siendo amenazas latentes. La necesidad de mantener sistemas de monitoreo robustos, así como la cooperación entre países ribereños, es clave para asegurar la estabilidad del stock a largo plazo.
La fulminante conclusión de la campaña de atún rojo en el Mediterráneo en 2025 es una prueba tangible de que la sostenibilidad pesquera es posible. Cuando la ciencia, la política y el sector trabajan juntos, los resultados no solo se ven en los números, sino también en la confianza de quienes viven del mar.
