La Comisión de Pesca del Parlamento Europeo (PECH) ha celebrado una audiencia pública en el que puso de relieve la profunda tensión existente en las relaciones pesqueras entre laUE y Noruega. Los líderes del sector, los eurodiputados y los funcionarios de la Comisión Europea expresaron su creciente frustración por las decisiones unilaterales de Noruega en materia de cuotas y su falta de reciprocidad en el acceso a las aguas y los mercados pesqueros.
En el centro de los debates estiuvo la cuestión de la gestión de la pesca en el Atlántico Nordeste. Ivan López, presidente del Consejo Asesor deLarga Distancia (LDAC) advirtió que las acciones de Noruega amenazan la sosrtenibilidad de una de las pesquerías mejor gestionadas del mundo. «Noruega se presenta como un socio responsable, pero continuamente se pone del lado de Rusia y las islas Faroe para socavar los esfuerzos de la UE en pos de una pesca sostenible».
En la audiencia participaron el español Iván López, Presidente del Consejo Consultivo de la flota de Larga Distancia (LDAC) y de la Alianza Europea de Pesca de Fondo (EBFA), Tim Heddema, Presidente de la Asociación de Arrastreros Pelágicos Congeladores (PFA) y Esben Sverdrup, Consejero Delegado de la Organización de Productores Pelágicos Daneses (DPPO) y Presidente de la Asociación Europea de Organizaciones de Productores Pesqueros (EAPO), así como Jean-Christophe Vandevelde, de la ONG Pew Charitable Trusts. Además, también se contó con la presencia de la Comisión Europea representada por Fabrizio Donatella, Director de Política Pesquera para el Atlántico, Mar del Norte, Báltico y Regiones Ultraperiféricas.
Millán Mon comenzó señalando que los cuatro ponentes habían coincidido en criticar la actitud de Noruega para con la UE, en materia de pesca, tachándola de poco colaborativa y difícil.
Sobre la base de las intervenciones de los ponentes, enumeró algunas de las decisiones noruegas más perjudiciales de los últimos años: reducción unilateral de cuotas de la UE para el bacalao de Svalbard; restricción del acceso a las aguas del archipiélago de Svalbard para los buques de la UE; antagonismo con respecto de la UE en el seno de la NEAFC; establecimiento unilateral de cuotas para los pelágicos, en particular la caballa, a expensas de los pescadores europeos e incumplimiento de las decisiones del año 2007 sobre la pesca del arenque y el acceso a aguas noruegas.
El eurodiputado gallego mencionó también el énfasis puesto por los ponentes en la necesidad de que se apruebe cuanto antes la reforma iniciada por la Comisión Europea del Reglamento 1026/2012, que permite adoptar medidas contra aquellos países que no realizan una pesca sostenible. También se refirió al apoyo de los ponentes a la continuación del Diálogo de Alto Nivel entre la UE y Noruega en materia de pesca.
Tras resumir brevemente la intervención del representante de la Comisión Europea -que insistió en la importancia estratégica de la relación con Noruega y el carácter complejo de la colaboración con este país en materia de pesca-, Millán Mon se refirió a la gran relevancia de las exportaciones noruegas de pescado al mercado europeo: “el 26% de los productos pesqueros que importamos en la UE viene de Noruega. China se encuentra en el segundo lugar con el 7%”, recordó. El eurodiputado popular insistió, para finalizar, en la necesidad de vincular la relación pesquera con Noruega con el acceso de los productos pesqueros noruegos al mercado europeo, como habían reclamado muchos de los participantes en la audiencia pública.
En este sentido, “esta audiencia pública es muy oportuna porque dentro de unas semanas votaremos nuestra opinión sobre el protocolo de comercio pesquero con Noruega”, concluyó el eurodiputado pontevedrés.
En esta dirección se indicaque, «se han cogido un 40 % de cuota de más, eso no es una diferencia de opiniones, eso es que se les ha dado la mano y han cogido el brazo», terció el diputado irlandés Luke Ming Flanagan, que no quiso saber si la Comisión se tenía por Flanders o por Homer, pero recordó que en un episodio «uno personaje le voló la casa al otro» y eso es una cosa similar a lo que nos está pasando», sentenció.
Tim Heddema, presidente de la Asociación de Arrastreros Congeladores Pelágicos (PFA) arrojó luz sobre el estancamiento actual de las negociaciones entre los estados costeros. Las conversaciones sobre acuerdos de reparto para poblaciones clave, como la caballa,la bacaladilla y el arenque atlanescandinavo han fracasado durante más de una década.
Aumentos del 55 % de capturas
Heddema condenó las «cuotas unilaterales excesivas e injustificadas» con aumentos de hasta el 55 % en comparación con acuerdos anteriores. En esta dirección expresan que «Noruega y las Islas Faroe están fijando cuotas que superan con creces los niveles sostenibles, lo que conduce a la sobrepesca»,dijo, y añadió que la decisión del ReinoUnido de firmar un acuerdo parcial con Noruega legitima aún más las asignaciones de cuotas irresponsables.
Esben Sverdrup-Jensen, presidente de la Asociación Europea de Organizaciones de Productores de Pescado (EAPO) se hizo eco de estas preocupaciones y describió la relación entre la UE y Noruega como una «calle de un solo sentido».
López pidió que se pongan fin a las exenciones arancelarias para los productos del mar noruegos hasta que se resuelvan las disputas en materia de pesca, advirtiendo que la UE ha sido «demasiado amable» en su enfoque.
Tanto Sverdrup-Jensen como Heddema apoyaron vincular las negociaciones pesqueras al acceso al mercado, argumentando que Noruega no debería disfrutar de los beneficios del libre comercio sin cumplir con los estándares de sosteniibilidad de la UE.
Fabrizio Donatella, director de la DG Mare, destacó que Noruega sigue siendo un socio estratégico y que laUE debe equilibrar la firmeza con la diplomacia.
Mientras continúan las negociaciones los pescadores europeos piden que se tomen medidas decisivas paraevitar más pérdidas y garantizar una gestión sostenible de la pesca en el Atlántico nororiental.
Todas las voces remarcan que el país nórdico es un socio importante, y que así como necesita el mercado comunitario —destino del 57 % de sus exportaciones pesqueras en valor y 53 % en volumen—, también la industria comunitaria necesita su pescado, por no hablar de su energía. Pero eso no le da derecho a saltarse los acuerdos internacionales, ni a autoasignarse cuota, ni a sisarle derechos de pesca a los demás porque lo decide unilateralmente, ni a negarse a reconocer a la UE como Estado ribereño…