Gunter Pauli (68 años, Amberes, Bélgica) es economista, escritor, emprendedor y padre del concepto de la economía azul, que propugna el uso de los mares y la vuelta a la producción local. Pero él dice verse solo como “un molestador con ideas disruptivas que cuestionan los dogmas”
Intervino en Zaragoza, en el Congreso, `Acuicultura, en mi localidad, ¿Si o no?’ autor del término Economía Azul. «Tenemos que redefinir nuestro entorno». y abogó por «innovar o morir». Tenemos que alcanzar un pensamiento que «este fuera de la caja para conseguir emisiones cero. Necesitamos mentores. Tenemos que restaurar los ríos para cultivar trucha arco iris. No lo van a hacer los lobos. Soy emprendedor con nuevos modelos de negocio. La acuicultura es imprescindible».
También mantuvo que todo proyecto debe tener una rentabilidad sin recibir subvenciones. «Regeneramos los bosques del Orinoco y sacamos rentabilidad con la levadura»
El éxito de la competitividad no es ofrecer más barato, para Pauli. Su libro La Economía Azul se ha traducido a 60 idiomas y ya hay 23 ministerios gubernamentales de economía azul. Estamos en un momento muy interesante porque la política ha decidido crear un marco para implementar, y la única razón es porque hay proyectos concretos. Cuando hablamos de la inteligencia artificial, todos dicen que sí, pero en concreto, ¿qué significa? En el caso de la economía azul, el mayor proyecto inicial fue en la isla de El Hierro, donde comprobamos que es posible que una isla chiquita, lejana de todo, sea capaz de recuperar no solamente su economía, sino hacerlo con energía renovable.
Inauguró la primera fábrica de cero emisiones. «Pagué a mis empleados por venir en bicicleta y el retorno fue una mejor salud para mis trabajadores.Fui comprador de aceite de palma de Indonesia, pero destruí el bosque tropical húmedo».
La principal propuesta de Pauli es utilizar lo que está disponible localmente porque convierte los recursos en valor, al tiempo que se responde a las necesidades locales y «se crea resiliencia para todos con los que compartimos este planeta, En Indonesia se han creado 1 millón de empleos con la acuicultura».
En este sentido, ha reconocido que «los océanos, que representan el 71% de la superficie terrestre, apenas generan el 5% del valor económico. «Es evidente que existe un enorme potencial para hacerlo mejor y en particular estudiar cómo un enfoque innovador puede servir de gran impulso para el desarrollo y los medios de subsistencia. Yo quiero la inteligencia del enjambre, la de la trucha aro¡co iris que anda en círculo. Si queremos acabar con el hambre tenemos que promocionar la acuicultura»
Finalmente Pauli habló de inspirar a los niños y no de presionar, en el consumo de especies
