El último barco que salió de los Astilleros Euskalduna de Bilbao fue el carguero tipo «bullcarrier» llamado «Bijelo Polje», con destino a la antigua Yugoslavia, en septiembre de 1984; que dicen inspiró a los arquitectos Federico Soriano y María Dolores Palacios Díaz para el diseño del Euskalduna Bilbao, que vino a ocupar parte de los terrenos del antiguo astillero.
Un grupo de empresarios locales, dueños de gran parte de la flota mercante de Bizkaia, decidió dejar de comprar barcos de segunda mano a navieros británicos y dejar de llevar a reparar sus barcos a Inglaterra y crear un astillero local, para reparar y construir barcos en la ría de Bilbao. Así nació en 1900 la Compañía Euskalduna de Construcción y Reparación de Buques, ubicada sobre los muelles que ocupó su predecesora Diques Secos (1868) dedicada a la reparación de los barcos veleros de la marina comercial.
Del Euskalduna salieron los primeros buques de vapor con casco de acero construidos en el País Vasco. Tras su cierre, el solar de 90.000 m2 fue incluido en el plan Abandoibarra de reconversión urbanística, conservándose como vestigios industriales sus dos Diques Secos con varias embarcaciones históricas, la Casa de Bombas, con la maquinaria para el achique de agua de los diques, y la grúa Carola, construida en los años 50; todo el conjunto adscrito al Itsasmuseum Bilbao, que guarda el pasado marítimo de la villa.