El Ministro irlandés, Charlie McConalogue, esbozó las cuestiones clave de la próxima evaluación de la Política Pesquera Común. Esta evaluación deberá tener especialmente en cuenta el impacto de las transferencias de cuotas en el marco del Acuerdo de Comercio y Cooperación, así como las acciones unilaterales de terceros países
En el Consejo de Ministros de Agricultura y Pesca de la UE, el Ministro irlandés de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente Marino, Charlie McConalogue, expuso las cuestiones clave para la próxima evaluación de la Política Pesquera Común (PPC). Esta evaluación deberá tener especialmente en cuenta el impacto de las transferencias de cuotas en el marco del acuerdo de comercio y cooperación, así como las acciones unilaterales de terceros países.
McConalogue subrayó la importancia de tener en cuenta los cambios medioambientales que se han producido en los últimos años. Estos cambios deberán incorporarse a la evaluación para mejorar la confianza entre los agentes de la cadena de valor de la pesca. Reforzar el vínculo económico entre la flota de la UE y los transformadores europeos es esencial para garantizar un futuro económico sostenible para el sector pesquero.
El Consejo ofreció a los Estados miembros la oportunidad de establecer sus propias prioridades en las negociaciones para fijar las cuotas de aquí a 2024. McConalogue hizo hincapié en la necesidad de una estrategia pesquera global e integrada en el Atlántico Nororiental, que tenga en cuenta el acceso al mercado único de la UE. Esta estrategia es crucial para negociar acuerdos pesqueros externos de forma eficaz y sostenible.
El ministro irlandés reconoció los considerables esfuerzos realizados por todas las partes interesadas para mejorar la sostenibilidad de las poblaciones de peces. El siguiente paso en este proceso será garantizar un suministro sostenible para los transformadores irlandeses, asegurando así la continuidad y prosperidad del sector pesquero irlandés.
La evaluación de la Política Pesquera Común es una oportunidad crucial para que la UE y los Estados miembros adapten sus políticas a las nuevas realidades medioambientales y económicas.Irlanda, con sus propuestas, pretende reforzar el vínculo económico entre la flota y los transformadores, mejorando la confianza en la cadena de suministro y garantizando un futuro sostenible para el sector pesquero.