La buena gestión pesquera y el rendimiento máximos sostenible han sido principios de la pesca europea. A pesar de sus duros inicios y las transformaciones necesarias, este esfuerzo da buenos resultados. Esto ha hecho que la población de merluza en las aguas del noroeste de Europa se haya recuperado espectacularmente en los últimos 20 años. ¿A qué se debe este notable repunte y cómo podría repetirse este éxito en otros lugares? Se podría suponer que los recónditos pueblos pesqueros de Galicia, en el norte de España, no son un hervidero de actividad a las 02:00 de la madrugada, pero se equivocaría.
Con más de 1.600 kilómetros de costa, esta comunidad autónoma es famosa por sus platos de pescado. En el Puerto de Celeiro, los estibadores trabajan toda la noche, descargando cargamentos de pescado fresco antes de transportarlos a los bulliciosos mercados cercanos.
No obstante cabe recordar «el número de merluzas del Atlántico descendió drásticamente debido a décadas de sobrepesca. La población era tan baja que la especie estaba al borde del colapso. Aquello era alarmante no sólo para el medio ambiente, para la población de peces, sino también para las personas afectadas.,»Muchos pescadores y comunidades costeras que dependían de la merluza habrían tenido dificultades para mantener su actividad», explicó.
En la actualidad, la merluza del Atlántico Nororiental ha sido reconocida por su sostenibilidad, calidad y trazabilidad. Gracias a las artes de pesca selectivas, el daño a las poblaciones de merluza en estas aguas se ha reducido al mínimo, lo que ayuda a mantener las poblaciones en un nivel saludable.
La merluza europea está ampliamente distribuida por la plataforma del Atlántico nororiental. En los años noventa, la sobrepesca redujo sus poblaciones a niveles muy inferiores a los sostenibles. Los científicos que observaron el declive dieron la voz de alarma y advirtieron de que la merluza del norte podía desaparecer.
En respuesta, la Unión Europea tomó medidas decisivas a principios de la década de 2000. Establecieron límites estrictos de capturas basados en dictámenes científicos, aumentaron el tamaño de las mallas de las redes de pesca para permitir que las merluzas jóvenes escaparan,
«Hubo unos años en los que la pesca disminuyó bastante. Le pondré un ejemplo, antes pescábamos 4.000 kilos al día, ahora pescamos 1.000 kilos al día. Europa bajó las capturas y luego las aumentó. Ahora la población de peces es buena, estamos pescando muy bien», afirma José Novo Rodríguez, director general del puerto de Celeiro.
Mientras que el número de merluzas atlánticas se ha recuperado, las poblaciones mediterráneas se encuentran en una situación precaria.
Lenta recuperación de la merluza del Mediterráneo
Según un reciente informe de la Comisión Europea, la población de merluza del Mediterráneo debería multiplicarse por más de diez para alcanzar la sostenibilidad.
Beatriz Guijarro, que dirige las evaluaciones de poblaciones pesqueras para el COB-IEO CSIC, el Instituto Español de Oceanografía, dijo que las poblaciones de merluza se han «mantenido de forma insostenible» frente a la costa de las Baleares porque el terreno submarino ha ayudado a algunas merluzas a eludir a los arrastreros, permitiendo su supervivencia.
«La merluza está sobreexplotada, pero según nuestros datos, no está en riesgo de colapso. Una parte crucial de la población, las grandes hembras, vive en zonas normalmente inalcanzables para los arrastreros. Esto ayuda a mantener la población a lo largo de los años, a pesar de la continua sobreexplotación», declaró a Euronews.
El Mediterráneo es diverso y complejo, por lo que la recuperación de la merluza es un reto a largo plazo. El cierre de zonas, el uso de artes más selectivos y los esfuerzos por regular el número de días de pesca se aplicaron aquí con un retraso considerable -20 años después que las medidas en el Atlántico-, por lo que aún es pronto para evaluar los resultados.
¿Pueden utilizarse estos métodos para repoblar otras especies marinas?
En el puerto de Alcúdia, al norte de Mallorca, Joan Jesús Vaquero Enseñat, capitán de un arrastrero de fondo, explicó a Euronews que el sector pesquero se resistió a las restricciones al principio, pero admitió que las medidas están justificadas hoy en día, a pesar de que él sólo puede pescar cuatro días a la semana.
«La mayoría de nosotros, los capitanes de pesca, no estamos en contra de la medida, apoyamos este enfoque. Al fin y al cabo, son nuestros recursos. Dependemos de la generosidad del mar y nos comprometemos a protegerla y conservarla», según: Joan Jesús Vaquero Enseñat, capitán del pesquero Punta des Vent
Según datos publicados por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación en 2023, los peligros de sobrepesca de la merluza europea en el Mediterráneo se han reducido en un 39% con los planes de gestión actuales.
Aunque el número de ejemplares de merluza del Mediterráneo está aumentando lentamente, Javier López advierte de que la especie sigue siendo vulnerable y su número puede seguir disminuyendo. Pero, con las medidas adecuadas, hay muchas posibilidades de recuperación.
«La principal lección es que no debemos esperar a que se produzca una crisis para actuar. Actuar pronto evita problemas más complejos y repercusiones socioeconómicas.
«El mar es generoso; con las medidas adecuadas, los recursos podrían reponerse. Hay límites que no debemos traspasar, pero si actuamos con prudencia, podemos confiar en que los peces volverán», concluyó López.