El Gobierno de Gibraltar ha respondido a la queja de España por varios incidentes ocurridos en aguas próximas al Peñón reafirmando que son de soberanía británica y no española, al tiempo que ha confiado en que estos hechos no afecten a la negociación en curso entre Reino Unido y la UE para el acuerdo que regirá la relación con este enclave tras el Brexit.
«El Gobierno de Gibraltar no alberga ninguna duda sobre la soberanía británica de las aguas que rodean Gibraltar», ha recalcado el Ejecutivo de Fabian Picardo en un comunicado, defendiendo que «deben evitarse los incidentes innecesarios en ellas, ya que suponen un riesgo para las tripulaciones de las embarcaciones implicadas».
El Ministerio de Asuntos Exteriores español remitió una nota verbal este lunes a la Embajada británica en Madrid para trasladar su «enérgica protesta» por tres «graves incidentes» ocurridos durante el mes de agosto en aguas que España reivindica como propias en torno a Gibraltar.
En su comunicado, el Ejecutivo gibraltareño refuta en particular dos de estos sucesos: el hostigamiento sufrido por un pesquero andaluz y el vertido realizado por un metanero durante una operación de abastecimiento de combustible por otro barco (‘bunkering’).
Así, esgrime que «los asuntos relacionados con la pesca ilegal han sido durante mucho tiempo un punto de conflicto, ya que Gibraltar cuenta con un estándar de protección del medio ambiente más estricto que España en lo que se refiere al uso de redes y la pesca de arrastre».
También sostiene que la normativa gibraltareña en lo que a abastecimiento de combustible se refiere es una de las que cuenta con «mayores estándares a escala internacional».
Negociación del acuerdo
El Gobierno gibraltareño ha aprovechado para asegurar que mantiene su compromiso con «alcanzar un resultado satisfactorio para todas las partes» en la negociación en curso sobre el tratado que regulará la relación entre el Peñón y la UE ahora que Reino Unido ha abandonado el bloque.
«La reciente serie de incidentes no debería tener ningún efecto sobre aquellas positivas negociaciones que están a la espera del resultado de la investidura de un nuevo Gobierno en España», ha acotado.
El adelanto electoral en España provocó la momentánea paralización de las negociaciones entre Londres y Bruselas que se prolongan ya desde hace más de dos años. El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha defendido en los últimos meses que la pelota está en el tejado de Londres después de que desde España y la UE se hiciera llegar una propuesta que considera la mejor opción para instaurar la zona de prosperidad compartida que anhelan Madrid y Londres.