El Centro Oceanográfico de Murcia del Instituto Español de Oceanografía ha logrado un importante hito con la reproducción del atún rojo en tierra
Los investigadores del Centro Oceanográfico de Murcia, perteneciente al Instituto Español de Oceanografía, han alcanzado un importante hito al conseguir reproducir con éxito atún rojo en una instalación en tierra. Este logro supone un gran avance en la cría de esta especie y abre nuevas perspectivas en el sector de la acuicultura.
Según los investigadores, es la primera vez que el atún rojo se reproduce con éxito en una instalación terrestre. Aunque las empresas japonesas de acuicultura ya han llevado a cabo la cría de atún en circuito cerrado, este logro se considera sin precedentes por su escala y factor innovador.
El proyecto comenzó en 2015
El proyecto nació en 2015 y contó con el apoyo financiero del Ministerio de Ciencia e Innovación español.
Cuatro tanques, que en conjunto pueden albergar hasta 7 millones de toneladas, albergan dos grupos de atunes rojos: uno está formado por 25 ejemplares nacidos en 2017 y el otro cuenta con ocho ejemplares nacidos en 2018.
Los investigadores Aurelio Ortega y Fernando de la Gándara dirigieron a un equipo de expertos a través de un complejo proceso que implicó el uso de hormonas para estimular la maduración final y el desove. El resultado fue la asombrosa cifra de más de 100.000 huevos fecundados. Este éxito representa una importante superación de obstáculos, como el estrés relacionado con el cautiverio, que anteriormente habían impedido al atún rojo reproducirse en instalaciones en tierra.
Cabe destacar que el Centro Oceanográfico de Murcia ya había logrado el cierre del ciclo biológico del atún rojo en 2016, pero mediante el uso de jaulas flotantes. La tecnología desarrollada por el centro ha sido comercializada desde entonces por varias empresas pesqueras japonesas. A pesar de estos logros, algunas de las principales empresas españolas de atún rojo, como Balfegó y Ricardo Fuentes, aún no han explorado la acuicultura en tierra.
El 13 de julio de 2023, una de las poblaciones reproductoras de atún rojo del Atlántico del IEO en sus instalaciones ICRA de Cartagena fue sometida a un tratamiento hormonal para inducir la maduración final y el desove, fases ambas que pueden provocar complicaciones debido al estrés del cautiverio. Unas 48 horas más tarde, la instalación obtuvo unos cientos de miles de huevos fecundados y, al cabo de 72 horas, tenía en sus manos cerca de 3 millones de huevos. El desove también continuó durante los días siguientes.
Trabajando con Nex Tuna
Anteriormente, los expertos del sector sólo habían cerrado el ciclo biológico de esta especie de atún rojo en jaulas marinas flotantes.
Una vez conseguida la cría en ciclo cerrado en tierra, el IEO trabaja ahora con Next Tuna, que recibe financiación tanto de la Unión Europea como del EIT Food, en otros aspectos de la cría de juveniles de atún rojo del Atlántico. Esto incluye la alimentación, una etapa que el grupo reconoce como clave en relación con la viabilidad económica y la sostenibilidad de la cría de atún.
Next Tuna aprovechará los últimos avances científicos en la cría del atún rojo del Atlántico y los aplicará en una instalación de producción flotante de sistemas de acuicultura de recirculación (RAS) totalmente controlada. Está previsto que la producción comercial comience en 2024 y aumente gradualmente hasta alcanzar la plena capacidad en 2028. La empresa pretende producir atún rojo del Atlántico desde la primera alimentación hasta un tamaño de transferencia de 10 kilogramos.
Dado que contar con su propio programa de reproducción y cría es una parte esencial de la estrategia de Next Tuna, el avance de la OEI representa un hito clave, según los cofundadores de la empresa Paul-Daniel Sindilariu y Andrew Eckhardt.
«Es muy importante porque queremos implantar este método de producción en nuestras instalaciones, con nuestros propios reproductores y criaderos para producir alevines y criarlos hasta los 10 kilos, vigilando de cerca la calidad del agua, la temperatura, etc., en un sistema flotante y cerrado», declaró Sindilariu a SeafoodSource.
La instalación flotante también mitigará los problemas logísticos, como el traslado de los peces a una instalación de engorde, que a veces tiene el atún en tamaños de venta que oscilan entre los 2 y los 10 kilogramos. A partir de 10 kilos, la instalación venderá el pescado, que pasará a jaulas marinas para la fase de crecimiento.
Sostenibilidad
Este resultado abre nuevos horizontes para la conservación y el cultivo sostenible del atún rojo. La capacidad de hacer realidad estos resultados en la investigación científica subraya el potencial de abordar los retos mundiales, desde la extinción de especies de peces hasta la seguridad alimentaria, a través de la innovación y la cooperación.