El Gobierno Vasco ha mostrado su preocupación por las posibilidades que se abre a la flota atunero congeladora de inscribirse en el nuevo Registro de Buques de Francia. Así, lo ha hecho saber la Consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia a la Ministra, Isabel García Tejerina.
Hace ya tres años España creó el segundo registro para su flota pesquera. Lo llamó Resae, acrónimo de Registro Especial de Empresas de Buques de Pesca Españoles, y lo abrió a embarcaciones que operan en aguas extracomunitarias y que capturan exclusivamente túnidos o especies afines. Es decir, básicamente atuneros y palangreros de superficie.Pero la apertura de ese listado, habilitado para otorgar ventajas fiscales a la flota y desalentar así el abanderamiento de barcos de capital español en otros países, se quedó en eso, en una mera inscripción. No se dio el paso siguiente, que tendría que ser el de dar contenido a ese segundo registro, arbitrando esa fiscalidad ventajosa que pasaría por descuentos en el impuesto de sociedades, en los pagos a la Seguridad Social e, incluso, en el IRPF para las tripulaciones.Cierto que se dio un paso intermedio, que fue el de aprobar la modificación del impuesto sobre la renta, pero el paquete completo quedó pendiente a expensas de que la Unión Europea diese el visto bueno a esos incentivos, dado que podían entenderse como ayudas estatales.Así las cosas, con su segundo registro durmiente, la flota española se despertó de golpe por la velocidad con la que Francia se adelantó, quien sabe si por la derecha o no. Con el beneplácito de Bruselas o no, lo cierto es que a finales de junio pasado, el Gobierno francés modificó su código de transporte para permitir que las embarcaciones de larga distancia -que faenan fuera de aguas comunitarias- dadas de alta en el registro internacional galo tengan una fiscalidad más beneficiosa. Y no hace distinción por tipos de captura, como el Resae español. Esta puerta abierta ha hecho
Ampliación al arrastre
La agilidad con que Francia ha organizado el segundo registro para la flota de pesca ha reavivado la antigua reivindicación del sector que lleva ya demasiados años dando vueltas. Y, de paso, que se amplíe a los arrastreros, ahora fuera de ese listado.Terminar de dotar de contenido al Resae ha cobrado prioridad para las organizaciones pesqueras. De hecho, lo ha incluido en su agenda la Cooperativa de Armadores de Vigo (Arvi) y ya ha hecho gestiones la patronal de la pesca española, Cepesca. De hecho, este fue uno de los asuntos para los que la confederación pesquera trata de recabar el apoyo de los grupos del Congreso. En su haber ya tiene el del portavoz de Pesca del PP, Joaquín García Díez, con el que Cepesca se reunió la semana pasada.
El secretario general de la patronal, Javier Garat, subraya la importancia de poder acceder a esos beneficios fiscales y sociales prometidos: «Ayudaría a la flota a ser más competitiva frente a la de otros países que ejercen una competencia desleal por tener costes de explotación muy inferiores debido al incumplimiento de estándares básicos de seguridad laboral, derechos sociales y control».Además, a juicio de los armadores, esas bonificaciones impedirían la fuga de barcos españoles a banderas extranjeras, pabellones que, por cierto, podrían no realizar el control de la actividad pesquera con todo el rigor que exige la UE a los suyos