La investigadora ourensana del CSIC en Vigo Raquel Lama estudia la respuesta de la lubina europea al nodavirus, utilizando al pez cebra como modelo de infección. Su trabajo ya ha dado como resultado un prototipo de vacuna.
VIGO/M. BEREA
Los resultados de una tesis doctoral de la investigadora gallega Raquel Lama López permiten avanzar en nuevas estrategias para el control de enfermedades víricas en la acuicultura, concretamente para el nodavirus en la lubina europea. Los resultados de este trabajo, que ha recibido la calificación sobresaliente con mención “cum laude” e “internacional”, son de gran relevancia para el sector, ya que España ocupa el cuarto lugar en la clasificación mundial de pesca de lubina y el tercero en su producción en acuicultura. Una especie que se ve afectada por enfermedades infecciosas de todo tipo, siendo la que causa mayores pérdidas la retinopatía y encefalopatía viral, cuyo agente causal es el conocido como nodavirus, que afecta principalmente al sistema nervioso central. Estos daños provocan signos clínicos muy característicos, como es una hiperinflación de la vejiga natatoria y un nadar realizando movimientos en espiral descendentes curvando la espina dorsal, lo que provoca una total desorientación en la natación. Además, los ejemplares afectados se vuelven más oscuros y pierden el apetito.
Según apunta la investigadora Raquel Lama, actualmente sólo existen en el mercado dos vacunas contra el genotipo RGNVV: “De momento, se hace frente al virus extremando las medidas de prevención, evitando la exposición del cultivo y reforzando las buenas prácticas de manejo, por lo que la respuesta inmunitaria innata se considera esencial para hacer frente a una infección vírica”. En este contexto, el objetivo general de la tesis era indagar en el conocimiento de la respuesta de la lubina ante una infección con nodavirus. En la investigación se utilizaron distintas metodologías bioinformáticas para estudiar las interacciones entre la lubina y el
nodavirus.
Tras una amplia investigación, la tesis desarrolló un prototipo de vacuna para la lubina frente al nodavirus que se caracteriza, fundamentalmente, por mejorar la seguridad y rentabilidad ambiental al no necesitar adyuvantes. No fue sencillo y, ante la relativa dificultad para trabajar con especies de alto valor comercial, se estableció el pez cebra como modelo de infección. De esta forma, se pudo determinar que, a mayor edad de la larva, más complicado era que presentasen síntomas de infección y que la mayor mortalidad de las larvas infectadas se correlacionaba con una mayor expresión de la proteína de cápside del nodavirus a lo largo del tiempo.
El trabajo abre la puerta a compararlo con los virus que producen encefalopatías
humanas En este sentido, Raquel Lama señala que el trabajo realizado en el Instituto de InvestigacionesMarinas reafirma las bases para que el pez cebra se considere un modelo de infección, “no sólo de nodavirus, sino de otros muchos virus en peces que son difíciles de estudiar in vivo debido a la difícil obtención de las especies afectadas o por su mantenimiento en laboratorio”. De esta forma, asegura Lama, se puede desarrollar un modelo que permita conocer de manera más rápida y sencilla los mecanismos mediante los que actúa un virus que provoca daños en el sistema nervioso central como es el nodavirus y, además, “este estudio abre la puerta a
comparar sus mecanismos de actuación con los de virus que producen encefalopatías humanas como son el Herpes simplex o el virus de la varicela zoster. E, incluso, con los desarrollos típicos de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, e intentar probar así terapias que nos permitan afrontar los procesos neurodegenerativos comunes”.
Raquel Lama López (Pazos-Hermos, Ourense, 1990) es licenciada en Biología, realizó un Master en Biotecnología y es doctora en Biología por la Universidad de Santiago de
Compostela. Cuenta con experiencia en laboratorios internacionales (Corea del Sur, Portugal y Chile) y en la actualidad está contratada por el Grupo de Inmunología y Genómica del Instituto de Investigaciones Marinas, donde está involucrada en varios proyectos utilizando el pez cebra como modelo de estudio del proceso inflamatorio.