El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha explicado la posición de bloqueo y el voto en contra de España ante la segunda y última propuesta de compromiso realizada por la Presidencia en relación con el Mediterráneo. Para este Gobierno el mantenimiento de los recursos pesqueros pasa por asegurar la pervivencia del sector y de las personas que trabajan en él, ha apuntado.
La posición de la Comisión en relación al Mediterráneo ha seguido en una
reducción elevada de días de pesca. España sí ha votado a favor en las cuotas
del Atlántico, donde tras más de 40 horas de negociación ha conseguido mejoras
relevantes para la flota española con reducciones importantes sobre los primeros
recortes en merluza sur, jurel, cigala y lenguado, mientras que mantiene las
cuotas de abadejo. El reglamento sobre el Atlántico ha obtenido unanimidad.
Tras dos días de negociación, España ha trabajado en todo momento con espíritu
constructivo para acercar posiciones y tender puentes, sobre todo, en lo relativo a
la propuesta de gestión del Mediterráneo. La Comisión propuso continuar con la
reducción de los días de pesca en un 6 %, que unido al acumulado del 17,5 % de los dos años anteriores, supone que en solo tres años el sector deberá reducir
casi un cuarto su actividad. Si bien permite recuperar, por vía de la selectividad,
un 2 % de los días de pesca. La propuesta resulta “totalmente insuficiente” para el
ministro, porque no incentiva la apuesta por la selectividad.
El Consejo de Ministros de Agricultura y Pesca de la Unión Europea comenzó la
mañana del pasado domingo, día 12, y ha concluido esta madrugada en Bruselas,
tras más de 40 horas de negociación entre Presidencia y Comisión Europea y los
distintos Estados miembros.
El ministro ha comentado que “apoyar esta propuesta –del Mediterráneo-
significaría defraudar a nuestros pescadores y dejar a la deriva el futuro y sustento económico de las zonas costeras, así como de la población que
depende de su actividad.
El Gobierno de España está convencido, según Planas, de que solo se logrará
una verdadera transición hacia una actividad extractiva basada en una gestión
pesquera sostenible, si se compatibiliza con la necesaria sostenibilidad
económica y social de la pesca, tal y como recoge la propia Política Pesquera
Común (PPC). La sostenibilidad medioambiental es una necesidad, pero la
sostenibilidad económica y social, una obligación.
El ministro ha puesto en valor el esfuerzo y la colaboración mostrada por el sector
durante este año para aplicar medidas selectivas, como las redes con aberturas
más grandes para evitar la pesca de alevines, que se han aplicado de forma
experimental en todo el litoral del Mediterráneo, desde Roses (Girona) hasta
Tarifa (Cádiz). Las mallas de pesca han sido testadas por los institutos científicos
españoles, cuyos resultados han sido presentados a la Comisión Europea, e
indican que, con su aplicación, es factible alcanzar los objetivos del plan de
gestión plurianual para las poblaciones demersales del Mediterráneo Occidental.
Las artes selectivas, medida clave para la recuperación de la biomasa
Así lo reconoce el propio Comité Científico, Técnico y Económico de la Pesca
(STECF), organismo que asesora a la Comisión, que ha declarado que el
proyecto piloto sobre selectividad impulsado por España es una medida clave
para la recuperación de la biomasa, más incluso que solo la reducción de los días
de esfuerzo pesquero.
“Estamos convencidos de que la selectividad es el mejor camino para recuperar
las poblaciones del Mediterráneo con un menor impacto en la viabilidad de las
empresas pesqueras, al tiempo que se protege el tejido socioeconómico, a las
personas que pueden vivir en los pueblos costeros, porque se ganan la vida con
la actividad pesquera”, ha explicado el ministro.
Mejoras en el Atlántico
Respecto a las posibilidades de pesca para 2022 en el Atlántico, Planas ha
explicado que “partíamos, para algunas especies pesqueras, como la merluza sur
de un recorte drástico del 18,5 %. España no aceptaba esta reducción.”
Ha detallado que España siempre ha defendido que para esta especie existe una
gran disponibilidad de datos históricos completos, con series de más de 30 años,
que avalan que se encuentra en buen estado. Pasar de un recorte del 18,5 %
propuesto inicialmente al 8 % es una buena noticia para los 1.200 barcos que
pescan merluza sur en el Cantábrico, aguas de Portugal y golfo de Cádiz, ha
asegurado.
Jurel
que usarán los barcos del Mediterráneo, de cuya actividad dependen muchos
puestos de trabajo y la vertebración económica de numerosos pueblos costeros.
La delegación española mantuvo informada del estado de situación de las
negociaciones al sector pesquero y a las consejeras autonómicas del ramo de
Galicia, Rosa Quintana, y de Andalucía, Carmen Crespo, desplazadas a Bruselas,
así como a las organizaciones no gubernamentales.
En el caso del jurel, que se pesca en aguas al Sur de Finisterre hasta el golfo de
Cádiz, España mostró su rechazo al recorte del 26,5 % propuesto por la Comisión
Europea, especie en Rendimiento Máximo Sostenible, y transmitió a la Comisión
la necesidad de reconsiderar su decisión con el propio sector. El ministro solicitó
tener en cuenta los estudios científicos del Consejo Internacional de Exploración
del Mar (ICES, por sus siglas en inglés) que señalaban la posibilidad de
incrementar ese TAC un 11,6 %, que finalmente se ha conseguido. “Nos
felicitamos que la Comisión haya tenido en cuenta esa recomendación”, ha
subrayado Planas.
Otras especies de gran interés para la flota son la cigala del golfo de Cádiz, que
ha pasado de una reducción del 16 % al 5 %. También el abadejo, del golfo de
Vizcaya y el de aguas ibéricas, mantiene las posibilidades de pesca de 2021, así
como el lenguado de aguas ibéricas que se ha situado en el 5 % frente al 15 % de
propuesto inicialmente.
Planas confía en que en los próximos meses los nuevos estudios científicos
hagan reflexionar a la Comisión Europea de la bondad de las medidas selectivas