- Som Pesca’ destaca el buen estado de las especies catalanas. La investigación también destaca la elevada presencia de microplásticos en las gambas, aunque descarta la peligrosidad de este compuesto.
Los peces y los crustáceos que habitan las aguas catalanas gozan de una buena salud. Decir esto en un mundo inmerso en una crisis climática sin precedentes es, se mire como se mire, “una buena noticia”. Así lo explica el equipo de investigadoras del proyecto ‘Som Pesca’, de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), tras estudiar durante meses las especies que se capturan en las aguas de Barcelona, Blanes y Sant Carles de la Ràpita. «Estamos muy acostumbrados a hablar sobre las malas noticias del mar pero hoy, a pesar de todo, podemos decir que el diagnóstico es bastante bueno«, explica la científica Anna Soler-Membrives.
La investigación, realizada gracias a la colaboración entre científicos y pescadores, ha conseguido una ‘radiografía’ completa de las principales especies que, hoy por hoy, se pescan y comercializan en Catalunya. Tras largas campañas de muestreo y un exhaustivo análisis en los laboratorios, «el estudio no ha hallado ninguna alteración patológica en los animales estudiados. Tampoco se ha hallado ninguna anomalía en los tejidos», argumenta la investigadora Maite Carrassón. «Los animales están sanos. Y no hemos encontrado riesgo de parásitos con potencial zoonótico que pueda enfermar a las personas», añade la científica durante una conferencia en la lonja de la Cofradía de Pescadores de Barcelona bajo la atenta mirada de pescadores y pescaderos de la ciudad.
Según explican las investigadoras de ‘Som Pesca’, estos resultados suponen un motivo de alegría. Sobre todo porque, en estos momentos, sería complicado conseguir una radiografía así en otros puntos del Mediterráneo. «No hemos encontrado ninguna anchoa con anisakis en Catalunya. En cambio, como demuestran otros estudios, sabemos que este parásito es especialmente prevalente en otras zonas del Mediterráneo, como la costa de Liguria (Italia), y en puntos de la costa atlántica, como Galicia y Cantabria«, añade Soler-Membrives en una entrevista con EL PERIÓDICO de Catalunya. «La baja presencia de anisakis en Catalunya es todavía mejor noticia si tenemos en cuenta que España destaca como uno de los países más afectados por esta enfermedad«, añade.
La huella de los microplásticos
La otra cara de esta radiografía muestra una cara menos agradable de esta historia. La fauna marina también está sufriendo los efectos de la crisis climática y, sobre todo, de la polución que nuestra especie vierte al mar. Los análisis de laboratorio desvelan que un buen porcentaje de los peces estudiados (sobre todos los que viven o se alimentan a ras de suelo) presentan fibras de microplásticos en su estómago. Pero según muestran los estudios, los animales no acumulan grandes cantidades de esta basura microscópica. De hecho, explican las científicas, todo apunta a que los plásticos se desechan como cualquier otro resto de alimentación.
La larga sombra de la veda a la anchoa
Los crustáceos, por su parte, destacan como los más afectados por la omnipresencia de los microplásticos en el mar. La investigación, de hecho, estima que un 80% de las gambas analizadas tienen fibras sintéticas en su interior. Sobre todo, las pescadas al sur de las aguas catalanas y en los alrededores del área metropolitana de Barcelona. La mayoría microfibras estudiadas son de poliéster y acrílico, probablemente derivadas de la industria textil. «Si lo miras en el microscopio, muchos de estos microplásticos tienen hasta los colores y la forma típicas de las fibras de la ropa«, comenta Soler-Membrives.
A diferencia de lo que ocurre con los peces, explican las científicas, estas fibras se acumulan dentro de los crustáceos formando una especie de ovillo. Pero, por suerte, periódicamente las gambas consiguen desprenderse de estas bolas de basura. «En los momentos de muda, donde renueva por completo su exoesqueleto, el animal también se deshace de los microplásticos que había acumulado. En esta etapa vemos que el contador de plástico vuelve a ponerse a cero«, argumenta la investigadora Maria Constenla.
Un pescador recoge una red llena de residuos plásticos./FERRAN NADEU
Una de las preguntas más repetidas al hablar de microplásticos es qué efectos puede tener para la salud humana el hecho de comer animales afectados por estos fragmentos de basura. Sobre esto, las investigadoras de ‘Som Pesca’ proporcionan dos claves. La primera es que, según corroboran sus estudios, incluso los peces y crustáceos con microplásticos gozan de un buen estado de salud (probablemente porque, como explicaban anteriormente, este material tiene una vida corta dentro del animal). La segunda clave es que «los microplásticos se concentran en los intestinos (y no en la fibra muscular) así que con algo tan sencillo como limpiar el pescado ya estamos eliminando gran parte del problema», comentan las científicas.Noticias relacionadas
«Los microplásticos se concentran en los intestinos así que con algo tan sencillo como limpiar el pescado eliminamos gran parte del problema»
En un mundo inundado de malas noticias, los buenos resultados de este trabajo resuenan con todavía más fuerza. «Muchas veces se valoran más lo que viene de fuera porque se desconoce cómo es el producto local. Pero ahora ya no somos solo los pescadores los que alabamos nuestro producto, también la ciencia destaca el valor añadido de los peces y crustáceos que se pescan en Catalunya», comenta José Manuel Juárez, Patrón Mayor de la Cofradía de Pescadores de Barcelona tras la presentación de esta radiografía del mar catalán. «Al fin podemos presumir de buenas noticias», exclama
