Los pescadores franceses han dado por término a la campaña de bonito, una vez que a finales de septiembre, todavía había una decena de pesqueros pescaban esta especie, en el sur de Irlanda, de los cerca de cincuenta registrados para esta campaña.
Se trataba de dos parejas pertenecientes al OP Les Pêcheurs de Bretagne (LPDB), y algunos barcos del OP Vendée y de los Pêcheurs d’Aquitaine. También habían realizado capturas de anchoa. Comenzaron entre finales de junio y principios de agosto muy al sur de la costa española, antes de seguir la migración del atún blanco hacia el norte del Golfo.
Al final de la temporada, los rendimientos se mantuvieron en un nivel muy bueno. Tras un comienzo de temporada considerado «moderado» por Jean-Marie Robert, responsable de especies pelágicas de la LPDB, subieron bruscamente a partir de finales de agosto. Es decir, unos días después de la retirada de los buques españoles e irlandeses de la pesquería.
España agotó toda su cuota a mediados de agosto y unos días después Irlanda pidió a sus pescadores que dejaran de pescar para no superar la suya. «Al final de la temporada, nuestras dos parejas capturaron hasta 80 toneladas durante ciertas mareas», afirma David Milly, director de la OP Les Pêcheurs d’Aquitaine.
Precios ligeramente más bajos
Con un nivel de producción tan elevado, las cuotas por barco se consumieron más rápidamente de lo habitual y la campaña terminó antes de tiempo. La última pareja de Pêcheurs d’Aquitaine debía terminar su último viaje de pesca de atún de 2021 en la mañana del 1 de octubre, es decir, casi un mes antes.
Con semejantes volúmenes puestos en el mercado (95% para la industria), lógicamente, «los precios han sido un poco más bajos este año», afirma Julien Lamothe, director de la OP From sud-ouest y secretario general de la Asociación Nacional de Organizaciones de Productores (Anop). La LPDB menciona un precio de campaña de unos 2,75 euros por kilo, Les Pêcheurs d’Aquitaine de 2,95 euros (media de las calidades A y B). Esto demuestra que pesquería sigue siendo bastante interesante desde el punto de vista contable para los barcos.
Sun embargo para la OP Les Pêcheurs d’Aquitaine informa que este año ha contado con altibajos para los curricaneros que trabajan con el atún blanco en verano. Entre junio y septiembre, el volumen sólo alcanza las 50 toneladas, mientras que en épocas normales es el doble», explica David Milly. ¿La razón? Los peces estaban demasiado lejos de nuestra costa. En consecuencia, sólo había cinco o seis buques frente a los quince habituales.
