Las estructuras modulares de OpenMode, al intensificar la productividad de la cosecha y reducir los costes de explotación, pueden aumentar los ingresos de los promotores de las explotaciones.
La cría de moluscos es un componente importante del sector acuícola de la UE. Sin embargo, últimamente su crecimiento se ha ralentizado debido a la competencia mundial, la saturación de las zonas donde es factible la acuicultura intensiva, la falta de fitoplancton o la intensa depredación de otras especies. Pero la respuesta a estos retos podría venir de la mano de OpenMode.
El proyecto OpenMode, puesto en marcha por Research & Development Concretes SL (RDC) y Prefabricados Formex (PREFFOR), ha ideado módulos flotantes enchufables para la cría intensiva de moluscos en aguas abiertas, que pueden utilizarse en las cuencas del Atlántico, el Mediterráneo Norte y el Mar Báltico.
Esteban Camacho, del RDC, quiere demostrar que el mejillón se puede cultivar de forma intensiva en zonas hasta ahora no explotadas, las aguas abiertas: «Nuestro objetivo es demostrar la eficacia y funcionalidad de los módulos propuestos en diferentes condiciones de oleaje, respondiendo a la necesidad de un sistema de cultivo intensivo en aguas abiertas.»
Los módulos están construidos con Formez, un material inorgánico muy compacto que no requiere revestimientos y, por tanto, no perjudica la calidad del agua. Los módulos pueden ensamblarse en diferentes configuraciones y tamaños y están equipados con sensores que permiten controlar a distancia parámetros como la calidad del agua, las condiciones meteorológicas y estructurales, así como el crecimiento del marisco. Mediante el análisis de big data, esto les permite explicar qué factores influyen en las tasas de crecimiento, reduciendo los costes de supervisión y funcionamiento.
Actualmente se están probando cuatro módulos a medida en diferentes condiciones en las cuencas del Atlántico, el Mediterráneo y el Mar del Norte, especialmente en España, Dinamarca, Croacia y Montenegro, donde los agricultores locales recogen marisco y microalgas. Cada demostrador tiene una finalidad específica: mientras que el de aguas gallegas responde a la necesidad de probar el montaje de módulos en el mar atlántico, más expuesto, y evaluar la tasa de crecimiento de los mejillones, los del Mediterráneo, en la bahía de Kotor y en Novigrad, están pensados para remediar la escasez de fitoplancton y la intensa depredación a la que están sometidos los mejillones. En Limfjorden (Dinamarca), el módulo se coloca cerca de sistemas de piscicultura intensiva: los mejillones filtran, extraen nutrientes y mejoran la calidad del agua, reduciendo así el riesgo de eutrofización. Si las pruebas tienen éxito, las estructuras de OpenMode podrían reproducirse en toda la UE.
Al intensificar la productividad de la cosecha y reducir los costes de explotación, las estructuras modulares de OpenMode pueden aumentar los ingresos en las explotaciones. A largo plazo, el sistema podría desencadenar importantes inversiones en las regiones costeras, generando nuevos puestos de trabajo en toda la cadena de valor del marisco (depuración, transformación, envasado, etiquetado). Además, el sistema de cultivo puede ser una herramienta eficaz para reducir la eutrofización, especialmente en el Mar Báltico, aumentando así la conciencia de que la acuicultura de mariscos está al servicio del medio ambiente.
El proyecto OpenMode está muy en línea con el impulso que la Unión Europea quiere dar a la acuicultura sostenible. Además, el proyecto está plenamente alineado con la estrategia climática de la UE; de hecho, una concha de marisco absorbe carbono mientras crece y los mejillones mejoran la calidad del agua. Por último, OpenMode se beneficia de otro proyecto financiado por la UE, Biogears, para probar cuerdas biodegradables en todos sus módulos, ilustrando así cómo la financiación de la UE permite todo un ecosistema de innovación verde/azul.