La flota de Malvinas, compuesta por barcos de Vigo y Marín, ha obtenido buenas capturas de calamar, pero estos barcos deberán de pagar una factura millonairia
La campaña se ha saldado con unas capturas en torno a 58.000 toneladas del calamar endógeno de las islas del Atlántico sur, confirmando que las medidas tomadas han sido las correctas para mantener la pesquería en las mejores condiciones. El calamar malvino tiene un desarrollo vital muy corto, como la mayoría de los cefalópodos, y en un año se desarrolla, reproduce y poco después muere. Es decir, que lo que no se pesca, pasa a convertirse en alimento para otras especies marinas o desecho.
Las 58.000 toneladas comenzaron a llegar a Vigo y Marín esta semana a través de tres vías: en los propios buques congeladores que participaron en la campaña, en barcos mercantes y en contenedores. Resulta histórico el operativo realizado por la flota no sólo por el volumen en toneladas sino porque se trata de la primera ocasión en que los armadores tendrán que asumir el pago de aranceles para traer el producto a Vigo, al haber quedado expresamente fuera las Malvinas y sus aguas del acuerdo entre Reino Unido y la UE sobre el Brexit, que sí incluye en cambio ciertas ventajas sobre la pesca en el Gran Sol.
Para los empresarios vigueses supondrá una factura millonaria todavía por cuantificar con un pago de impuestos del seis por ciento para poder introducir el calamar en territorio europeo. Todo ello a través del puerto vigués y en cuestión de días y semanas. El presidente de los armadores vigueses (ARVI), Javier Touza, reconoció su satisfacción por el resultado final por cuanto avalaría las medidas tomadas para salvaguardar la salud del caladero. “Se implementaron medidas de gestión pesquera que han resultado muy efectivas, llevamos observadores científicos a bordo y desde 2018 estamos obteniendo unos resultados muy positivos por la gestión pesquera y estabilidad en capturas”, explica Touza, quien destaca que gracias a estas acciones la flota mantiene las medias de los últimos cuatro años, incluso con cifras más altas.
