La pesquería de arrastre de calamar patagónico (Doryteuthis gahi) de las Islas Falkland constituye un ejemplo de gestión pesquera exitosa, con medidas de conservación introducidas tanto para la especie objetivo, como para las aves y mamíferos marinos que interactúan con la flota.
Verónica Iriarte, Oficial de Aves y Mamíferos Marinos, Departamento de Pesquerías de las Islas Falkland
En las Islas Falkland las especies protegidas que comúnmente interaccionan con la pesca son el albatros de ceja negra (Tallassarche melanophris), el petrel gigante (Macronecteus giganteus, M. halli), el petrel de barba blanca (Procellaria aequinoctialis), el lobo fino Sudamericano (Arctocephalus australis) y el león marino Sudamericano (Otaria flavescens).
Durante la virada del arte de pesca, estos depredadores tope se acercan a los barcos para alimentarse directamente de la red o de restos de captura que escapan del saco. Durante el arrastre, tanto las aves como los lobos marinos siguen a los barcos para alimentarse de los descartes de la factoría, entre otros peces no comerciales, cabezas y vísceras. Asimismo, durante la largada del aparejo la megafauna también se alimenta de restos orgánicos “stickers” adheridos a la malla de la red. Este comportamiento de procurar una comida rápida puede tener un costo muy alto: la propia vida.
Durante la pesca, los cables que sujetan al aparejo de arrastre se mantienen expuestos en la popa del barco y pueden golpear fuertemente a las aves que se encuentran posadas en la superficie del agua. Además, durante el vuelo las aves pueden chocar contra los cables y quebrar sus delicadas grandes alas, o ser sumergidas y ahogarse. Durante la largada y virada del aparejo, algún ave o lobo marino puede entrar dentro de la red para alimentarse de la captura y enmallarse al intentar escapar, o puede no encontrar la salida para volver a la superficie para respirar.
Desde el año 2002 el Departamento de Pesquerías de las Islas Falkland está trabajando con capitanes, jefes de máquinas y empresas pesqueras para desarrollar métodos que puedan ayudar a mitigar la mortalidad de aves, lobos y leones marinos. Los trabajos de investigación han incluido diferentes diseños de líneas espantapájaros móviles y fijas, varios modelos de puertas de escape para lobos marinos, y manejo de los descartes.
Este continuo trabajo multidisciplinario a largo plazo ha sido fructífero para implementar buenas prácticas, como por ejemplo el cese de los descartes durante la virada y la largada, y maniobrar el aparejo para facilitar el escape de lobos marinos. En todos los barcos de la flota se han construido tanques de almacenamiento para los descartes y se han montado estructuras en la popa para instalar líneas espantapájaros fijas. Otras medidas de mitigación de mortalidad incluyen la modificación de las redes de pesca, colocando en ellas puertas de escape para lobos y leones marinos.
Un acuerdo formal entre el Gobierno de las Islas Falkland y el Grupo de Productores de Loligo asegura desde 2017 el 100% de cobertura de la flota por observadores de mamíferos marinos (MMO). Los MMO monitorean las interacciones de lobos y leones marinos con la pesquería, y supervisan el desempeño de las medidas de mitigación de mortalidad para aves y mamíferos marinos.
Consecuentemente, la pesquería de calamar patagónico de las Islas Falkland constituye la única flota de arrastre en el Atlántico Sudoccidental con cobertura completa de observadores científicos y métodos excepcionales para la mitigación de la captura incidental de aves y mamíferos marinos:
Líneas espantapájaros fijas (FAA), este sistema fue desarrollado en 2012 y consiste en dos puntales metálicos de 13-18 m de largo montados en la popa del barco. Dichas estructuras sostienen cortinas laterales y distales de tubos de poliuretano semi-flexible de color rojo que asustan a las aves y demarcan una zona de protección alrededor de los cables de arrastre. Las FAA son prácticas y seguras para la tripulación y su desempeño en mal tiempo es bueno.
La puerta de escape para lobos y leones marinos fue desarrollada e implementada en 2017 y consiste en una extensión de la red que se coloca entre la manga y el saco. Dicha extensión contiene una barrera física sólida (parrilla) que impide que los lobos que ya están dentro del aparejo ingresen al saco, reorientándolos a salir por un orificio ubicado en la parte superior de la parrilla.
El manejo de los descartes es un factor clave dentro la estrategia del Departamento de Pesquerías de las Islas Falkland para mitigar la captura incidental de especies protegidas, y comprende la instalación de tanques de almacenamiento de descartes y la limpieza del material orgánico enmallado en la red. La prohibición de descartar durante las maniobras de largada, virada, y vuelta fue introducida en 2011, mientras que la normativa que establece el uso de tanques de descartes acaba de ser implementada (enero 2021).
La flota de calamar patagónico actualmente cuenta con tanques para almacenar entre 2-10 toneladas de descarte. El objetivo principal es minimizar las descargas durante el arrastre, lo cual debería reducir la presencia de aves que forrajean alrededor de los barcos de pesca. Con respecto a la limpieza de la red, esta disposición fue introducida en las condiciones de la licencia de pesca en 2018, y radica en el esfuerzo de la tripulación para remover la mayoría de los “stickers” antes de largar el aparejo, lo que resulta crucial para mitigar la mortalidad de aves por enmallamiento durante la largada.
Se espera que la mitigación de la captura incidental de aves y mamíferos marinos implementada en la pesquería de calamar patagónico de las Islas Falkland motive a los diversos actores del sector pesquero que explotan y gestionan recursos en otros lugares, a hacer su mejor esfuerzo para reducir la mortalidad de especies protegidas.