Según un experto clave, el país sufrirá un desastre ambiental y económico. Tras invadir los recursos de Galápagos e instalarse frente las costas de Perú, ahora la «armada» que vacía los mares puso proa hacia el Atlántico Sur.
Una armada diseñada para saquear los mares ya se dirige hacia la Argentina. Se trata de la flota de pesqueros ilegales que, patrocinados por el gobierno de China, busca apropiarse de la enorme reserva de calamares que todavía subsiste en esta parte del planeta.
Apostados hasta el mes pasado frente las cosas de Perú, los navíos que la integran ya iniciaron el viaje con destino al Atlántico Sur para intensificar las capturas en el transcurso de diciembre. Esto último, mediante una estrategia depredatoria que incluye la pesca furtiva en la zona económica exclusiva de nuestro país.
Conformada por más de 300 buques, la flota de pesca en aguas distantes de la potencia asiática reúne en un solo actor los peores atributos en cuanto a métodos extractivistas para el saqueo de la biodiversidad marina: pesca a gran escala en áreas específicas por períodos que pueden superar el año, movimientos a escondidas de los satélites, violación de las restricciones para operar en aguas territoriales.
La actividad ilícita que llevan a cabo estas embarcaciones genera pérdidas económicas para la Argentina del orden de los 1.200 millones de dólares al año.
La armada china encuentra en la tibieza de la legislación local un humus para seguir adelante con la devastación: las normativas vigentes, en caso de ocurrir la captura de un pesquero operando en la zona económica exclusiva, apenas fijan multas con un tope que no alcanza a los 150.000 dólares.
Especialista en conservación marina, derechos humanos en la pesca, colaborador del Círculo de Políticas Ambientales y asesor en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) entre 2011 y 2015, Milko Schvartzman es uno de los expertos que mejor estudia y analiza el circuito de la pesca ilegal en esta parte del mundo.
En diálogo con iProfesional, brindó detalles de los movimientos de la flota china, su estructura y financiamiento, el rol de Chile y Uruguay, y cuáles son los países que también han hecho del mar argentino un área de saqueo permanente, entre otros tópicos.
Lo que sigue es el intercambio que Schvartzman mantuvo en una entrevista reciente
-¿Cuál es la actualidad de la flota china hoy? Este año fue un escándalo lo que ocurrió en torno a las islas Galápagos…
-Está viniendo para acá. Según lo que muestra el satélite, hoy se pueden observar 30 barcos. Pero estimo que ya son cerca de 90 porque más de la mitad se traslada con los sistemas de identificación satelital apagados. En tiempo real ya se puede ver un movimiento sostenido hacia el Atlántico Sur.
-¿Dónde está concentrado el grueso de la flota en estos momentos?
-La mayoría sigue frente a las costas de Perú, pescando el calamar gigante. La gran mayoría de los barcos chinos estarán ubicados al borde de la zona económica exclusiva de Argentina para fines de este mes. Hay docenas de barcos en camino.
-¿No hay posibilidades de que Chile demore el arribo de esos barcos?
-Existe una normativa internacional llamada «Paso inocente» que obliga a los países a permitir el paso sin ningún impedimento. Mientras ellos no pesquen, Chile no les puede prohibir el paso. Lo que están haciendo los barcos es atravesar la zona económica exclusiva de ese país y luego se meten en Mar Argentino a través del Estrecho de Magallanes. Chile, igualmente, vigila ese tránsito con dos barcos y un avión desplegados.
-Además de la pesca ilegal ¿qué otros delitos o atropellos comete esta flota?
-La flota china no cumple con regulaciones de ningún tipo. Que navegue con los aparatos de identificación satelital apagados ya marca que se dedican a actividades ilícitas. Por otro lado, son enormes las prácticas de abuso de los derechos humanos que ocurren a bordo. Se han comprobado hasta situaciones de esclavitud en las tripulaciones, que la mayoría de las veces ni siquiera son chinas.
-Detrás está el Estado chino apadrinando estas prácticas…
-Por supuesto. Todos los barcos de la flota están subsidiados por ese Estado. El gobierno de ese país hasta se ocupa de garantizarles el combustible. Muchos barcos incluso son propiedad del mismo Estado chino. Estas embarcaciones tienen subsidios pero sólo pueden acceder a ese beneficio si pasan al menos 8 meses en alta mar. Dicho de otra forma, el mismo Estado chino los presiona para que hagan esta tarea y lleven a cabo la sobre pesca.
-Una vez que esté consolidada la presencia de la flota en el Atlántico Sur ¿de cuántos barcos estaremos hablando?
-Con seguridad, más de 500. Hoy por hoy, como decía, ya tenemos cerca de 90. De los 500 más de 300 serán chinos, luego también se acercan a depredar embarcaciones de Taiwán, Corea, España y hasta Portugal.
-¿Qué es lo que se llevan esos barcos?
-Los españoles hacen pesca de arrastre, están todo el año al borde de la zona económica exclusiva. Se llevan la merluza común, la de cola, y la merluza negra, que es una especie protegida. Aquí cada 2 años se apresaalgún barco español haciendo pesca ilegal. Los chinos y taiwaneses son poteros, o sea que vienen por el calamar. Los coreanos, en tanto, combinan arrastreros con poteros. En cuanto a los portugueses, son arrastreros y les interesan la merluza y el abadejo. A veces también pescan tiburones y rayas.
En el caso del calamar, los chinos empiezan a pescarlo hasta 2 meses antes de lo que recomiendan las autoridades científicas. Los barcos argentinos, acorde con estas indicaciones, pescan entre fines de enero y el mes de julio. Los chinos, en cambio, comienzan en noviembre y terminan uno o dos meses después que los argentinos. El impacto ambiental es terrible. Extraen calamar de manera intensiva durante más de 7 meses al año.
-Uruguay es parte clave de esta actividad ilegal…
-La mayoría de estos barcos opera en el puerto de Montevideo, donde no reciben sanción alguna ni son controlados. Uruguay incentiva este tipo de pesca mientras pierde a su propia flota de pesqueros, que en los últimos 10 años se redujo a la mitad. Los barcos chinos no pagan ningún tipo de impuesto en Montevideo, ni siquiera el IVA. Y se aprovisionan y descargan permanentemente en su puerto. La gran mayoría no recibe siquiera inspecciones.
-¿Argentina ha planteado alguna queja diplomática, por ejemplo, contra España o China?
-No, no se ha actuado. Con China tampoco. Los barcos españoles están todos subsidiados por la Unión Europea.
-La quietud del Gobierno ante, por volumen, la depredación que lleva a cabo China ¿puede tener relación con el intenso vínculo comercial que hoy sostiene Argentina con ese país?
-Creo que incide. Todos estos acuerdos y relaciones con China inciden, sí, pero no deberían ser una condición para que Argentina no proteste. Somos un estado soberano, no debemos sumisión a ningún otro estado. Y esto por más que tengamos acuerdos comerciales con China o con otros países.
-¿Qué ocurre con las sanciones cuando se captura un barco haciendo pesca ilegal?
-Se les aplica una multa y no mucho más. Pagan y vuelven a pescar. Si bien este año se elevaron los montos, la cifra es irrisoria. No alcanzan los 150.000 dólares. Es una cifra que cualquier barco junta en muy pocos días de pesca.
Fuera de eso, Argentina suele patrullar la zona económica exclusiva. Ahora, por ejemplo, el guardacostas Derbes está en esa función. Ha ocurrido en la última temporada que en algún momento no se patrulló. Esperemos que eso no vuelva a pasar.
-A la par del desastre ambiental que genera ¿cuál es la pérdida económica que sufre la Argentina por la pesca ilegal que encabezan los chinos?
-Según mis últimos cálculos, supera los 1.200 millones de dólares al año.