Expertos en las pesquerías de atún, como Francisco Blaha, vaticinan una fuerte reducción de las pescas de atún, en el Pacífico. En un informe se prevé que la biomasa del atún barrilete y del atún de aleta amarilla, las dos principales especies de peces exportadas, para 2050, se reducirá entre un 10 al 40 por ciento, para 2050, en las zonas económicas exclusivas de los Estados Federados de Micronesia, Islas Marshall, Nauru, Palau y Papua. Nueva Guinea, Islas Salomón, Tokelau y Tuvalu
Para Blaha, «la desaparición de las pesquerías comerciales de atún en el WCPO no es culpa del pescador codicioso y terrible como cabría pensar o la falta de esfuerzo de los países de las islas del Pacífico. Está el hambre casi insaciable de más energía, automóviles, bienes, etc.», que provoca el cambio climáti.
En los 22 países y territorios de las islas del Pacífico (PICT), los modelos predicen una redistribución oriental de la biomasa del atún barrilete y del atún de aleta amarilla, las dos principales especies de peces exportadas, para 2050. Según expertos, la captura combinada de ambas especies de atún disminuirá entre un 10% y un 40% para 2050 en las zonas económicas exclusivas de los Estados Federados de Micronesia, Islas Marshall, Nauru, Palau y Papua. Nueva Guinea, Islas Salomón, Tokelau y Tuvalu. Sin embargo, dada la redistribución oriental, se prevé que la captura de atún aumente en las zonas económicas exclusivas de Kiribati y las Islas Cook en un 15-20%
Asimismo se mantiene que el impacto del cambio climático en las pesquerías de atún aumenta la vulnerabilidad de estos pequeños estados insulares en desarrollo. Así se espera que los cambios en la distribución del atún y los aumentos resultantes en las capturas de aguas internacionales provoquen cambios proporcionales en los ingresos gubernamentales que reciben los pequeños estados insulares en desarrollo por concepto de derechos de licencia de pesca. Estos cambios deben ser considerados por la Comisión de Pesca del Pacífico Occidental y Central al regular el uso sostenible de los recursos de atún de la región, con el fin de desarrollar estrategias de captura y asignar derechos de pesca para minimizar las implicaciones de la redistribución del atún para las economías insulares.
También se prevé que la disminución de la productividad de los peces de los arrecifes de coral en la región de las islas del Pacífico de un 20% a un 50% proyectada para 2050, con una gran influencia en las contribuciones de la pesca de pequeña escala y en la seguridad alimentaria.