La labor de estos investigadores, coordinada por el Centro Tecnológico del Mar (Cetmar) en el proyecto MATES, contribuirá a adecuar la formación que reciben los futuros profesionales del sector a los nuevos escenarios y a los retos que presenta la actividad de cara al futuro. Su trabajo se centra principalmente en las cadenas de valor de la construcción naval y las energías renovables marinas, incluyendo el conjunto de actividades y servicios relacionados.
VIGO/M.BEREA
El Centro Tecnológico del Mar-Fundación Cetmar, dependiente de la Consellería do Mar, presentó los avances conseguidos en el marco del proyecto europeo MATES, para el impulso de la economía azul, y que apuntan a que el uso de combustibles alternativos y de nuevas fuentes de energía renovable serán claves para el futuro del sector de la construcción naval, especialmente en el desarrollo de tecnologías basadas en sensores y redes inteligentes y el uso de big data. Los progresos logrados por los investigadores se dieron a conocer recientemente en el seminario virtual «Fomento de la Economía Azul en el Atlántico: Estrategia de Formación y Capacitación a través de la plataforma online Webe».
Evolución de las tecnologías marítimas
Esta investigación europea pretende analizar la evolución de las tecnologías marítimas en Europa para elaborar un plan estratégico que mejore la competitividad de la industria a través de una adecuación de las formaciones existentes. Y entre sus primeras conclusiones destaca que en el futuro tendrán un papel relevante en la construcción naval aspectos como la digitalización, la automatización y la robótica avanzada. Ante estas previsiones, el objetivo de MATES es contar con los elementos necesarios para adaptarse a estos nuevos escenarios, impulsando la formación continua, en particular en el empleo, y combinarla con otros aspectos como las prácticas o las movilidades de carácter formativo.
Teniendo en cuenta los resultados obtenidos, el proyecto MATES le dio prioridad a 21 líneas de acción estratégica para la capacitación del naval y de la industria de las energías renovables. En ese contexto ya inició 11 experiencias piloto en las que se desarrollarán materiales didácticos, programas de capacitación y metodologías formativas, al tiempo que se analizarán las vías para extender el uso de los principales resultados de estas experiencias a otras regiones europeas. El objetivo: promover la adopción de una estrategia conjunta de formación en la industria marítima europea.
En el seminario, organizado por National Hub Spain, se abordaron las necesidades de formación y capacitación en materia de economía azul en el Atlántico y se expusieron los esfuerzos que se están realizando en este sentido, al tiempo que se analizaron las posibilidades de adoptar una estrategia conjunta en este ámbito. En esta jornada virtual participó desde Cetmar la coordinadora del proyecto, la investigadora Lucía Fraga, quien expuso los resultados y objetivos de la experiencia piloto que dentro de MATES está teniendo lugar en Galicia e Italia. Fraga se refirió concretamente la a que se está desarrollando en Galicia y que tiene como objetivo plantear contextos de educación no formal dirigidos a jóvenes de secundaria para promover el interés por las tecnologías marinas y para dar a conocer las salidas profesionales en el sector: «Este es uno de los componentes del proyecto, que no es sólo conocer qué necesidades hay en la industria y qué formaciones necesitan, sino también el crear mecanismos que atraigan a jóvenes y a talentos de otras profesiones para el sector, impulsando el relevo generacional y la competitividad».
Cetmar y Marine Instruments
La investigadora destacó que en la experiencia gallega se está colaborando con Marine Instruments, una empresa que puso en marcha hace ya cinco años una regata solar dirigida a centros educativos. En esta iniciativa, los estudiantes crean por equipos la maqueta de un artilugio flotante que se mueve con energía solar. Pues bien, desde MATES, según explica Lucía Fraga, «lo que planteamos fue la creación de una serie de talleres formativos para apoyar a estos equipos y ampliar su conocimiento en aquellas tecnologías que pudieran ser útiles para mejorar su maqueta y, por otra parte, orientar su participación en el concurso a un mayor conocimiento de su impacto sobre el océano y de éste sobre ellos, lo que llamamos cultura oceánica».
Este apoyo, continúa Fraga, les permite tomar decisiones más informadas respecto al océano: «Por ejemplo, hay un interés importante en utilizar polyester y laminados en las maquetas, pero es muy importante poder hacer una gestión adecuada de los residuos para que esto no genere un impacto negativo sobre el medio ambiente y en ocasiones
estos materiales se pueden sustituir por otros con una menor huella de carbono. Todo este tipo de cuestiones se tratan en estos talleres, que son muy prácticos».
La acogida entre los estudiantes ha sido muy buena y ahora mismo el proyecto ha entrado en la fase de edición de los vídeos de estos talleres, «un material que nos va a permitir continuar difundiendo este conocimiento en futuras ediciones de esta regata, pero también en otras iniciativas a nivel europeo donde utilizan este tipo de contextos para dar a conocer las tecnologías o para dar a conocer las profesiones marítimas», concluye la investigadora gallega.
El proyecto MATES y su promoción de la cultura oceánica
El consorcio del proyecto MATES, financiado por la Unión Europea a través del programa Erasmus, cuenta con la participación de más de 180 expertos y pretende sumar los esfuerzos de las comunidades educativas y científicas con la industria, sociedad y la Administración con la finalidad de analizar las necesidades de las capacidades de los trabajadores para elaborar un plan de acción a largo plazo.
Su labor, que comenzó en 2018 y continuará hasta diciembre de 2021, se centra principalmente en las cadenas de valor de la construcción naval y las energías renovables marinas mediante un enfoque amplio que incluye el conjunto de actividades y servicios relacionados. La promoción de la cultura oceánica es otra acción transversal del proyecto, con la que pretende dar una mayor visibilidad a las oportunidades de carreras en las tecnologías marítimas y contribuir al mismo tiempo a la sostenibilidad
del sector. En lo que respecta a la dificultad de coordinar el trabajo de casi doscientos expertos, Lucía Fraga asegura que el Centro Tecnológico del Mar se ha especializado en la coordinación de proyectos relativamente grandes y con multitud de actores: «Si hay algo que caracteriza a Cetmar es su componente de espacio de encuentro entre el sector industrial, la investigación, la Administración y, en este caso, también la formación».
SUMARIOS
«El trabajo de investigación persigue la adecuación de las formaciones ya
existentes»
«La acogida de los estudiantes al proyecto piloto desarrollado en Galicia ha sido muy buena»
«Uno de los objetivos del proyecto es impulsar el relevo generacional y la
competitividad!
El Proyecto MATES comenzó en 2018 y continuará hasta diciembre de 2021