Pocos días después de que los guardacostas argentinos se vieron obligados a permitir que un jigging chino escapara de la persecución después de ser identificado pescando dentro de la ZEE de Argentina, un arrastrero portugués fue arrestado, dentro del límite de 200 millas.
El buque de la Guardia Costera GC-27 Prefecto Fique interceptó al arrastrero portugués Calvao, que se opuso a la detención poniendo proa más allá de la línea de 200 millas.
Según una declaración de la Guardia Costera, el Prefecto Fique GC-27 rastreó a Calvao durante cuatro horas antes de que un equipo de abordaje de la Guardia Costera pudiera acceder al barco de arrastre.
Calvao fue identificado operando a 199.75 millas náuticas desde la línea de base, colocándolo a unos cientos de metros dentro de las aguas argentinas. Las autoridades iniciaron un procedimiento a bordo del barco de arrastre, que después fue escoltado a a Bahía Blanca, donde se han iniciado procedimientos legales por infracciones de la legislación pesquera y por no obedecer a las señales de detención