La flota bonitera vasca está molesta por la presencia de grandes arrastreros de Irlanda y Francia que participan este verano en la costera de túnidos. Si el pasado año fue un superpelágico irlandés el que desembarcaba sus especies en la dársena ondarresa. En esta ocasión, se consta la presencia de un mayor número de barcos que utilizan los servicios del puerto ondarrés para las descargas.
Cabe recordar que la flota española tiene prohibido capturar túnidos mediante el arte de arrastre pelágico, considerado ilegal para nuestros pescadores por los abundantes descartes que produce debido a su forma de trabajo que no es otro que una red de arrastre que trabaja entre dos aguas y que tiene una gran abertura tanto en forma horizontal como vertical ( como un campo de fútbol), siendo muy común la entrada de especies pesqueras a su copo no deseadas por los pescadores como toda clase de mamíferos marinos ( delfines, ballenas, cachalotes) , peces espada, atunes rojos protegidos por organismos internacionales, tortugas. Por este motivo, desde los patrones de la flota bonitera se pedía al Gobierno Vasco que intercediera para que se frenara la presencia de esta flota que lanza las redes, por la noche, una vez de hacer seguimiento a los barcos vascos en los caladeros. Por este motivo, los patrones sienten que las capturas se pueden ver resentidas.
Igualmente, se pide a las conserveras que «no adquieran este producto desembarcado por los arrastreros». Igualmente, los arrantzales están a favor «del empleo de artes selectivos que perpetúan las pesquerías y de un suministro de pescado de calidad».
Ondarroa lleva desembarcados 17,3 toneladas en esta campaña. En el conjunto de puertos vascos el registro de bonito este año alcanza las 2.500 toneladas, con un precio medio de 5,5 euros-kilo.