Pescadores de Galicia y Portugal solicitan una cumbre bilateral urgente para revisar al alza la cuota de sardina. De esta manera, las asociaciones portuguesas y gallegas del cerco (incluidos representantes de la Federación Galega de Confrarías) acordaron convertir su petición de aumentar la cuota de capturas de sardina en un problema de Estados que deberá ser abordada por los gobiernos de ambos países en una cumbre bilateral.
Así lo decidieron en la reunión celebrada en la sede viguesa de Arvi, la patronal de los armadores, de la que salió una petición formal para que los responsables de los ministerios de Pesca de ambos países se reúnan con carácter de urgencia para abordar la difícil situación por la que atraviesa la flota de cerco, con los límites impuestos para pescar esta especie.
«Hacemos una defensa a ultranza de la flota que pesca sardina. Están en riesgo muchas unidades pesqueras por el injustificado recorte de cuotas», afirmó Andrés García, portavoz de la Asociación de Armadores Cerqueros de Galicia (Acerga).
Explicó que son 10.799 toneladas a repartir entre España y Portugal, de las que un 67 % corresponden a la flota lusa. Mientras Portugal sigue capturando sardina, Galicia dejó de hacerlo hace casi un mes tras agotar el cupo (a la comunidad gallega le corresponde algo más de la mitad del 33 % de cuota con la que cuenta España), aunque la campaña no se cierra oficialmente hasta el 30 de octubre. «Tenemos el mar lleno de sardina y no podemos pescarla», lamentó García, que se mostró en desacuerdo con el ICES (Consejo Internacional para la Exploración del Mar), cuyos informes no han ido, de momento, en la línea de pensamiento de los pescadores.