El Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES, en sus siglas en inglés) ha recomendado que se suspenda la pesca de la especie por un periodo mínimo de 15 años. Para muchas comunidades pesqueras la sardina es un símbolo. Las flotas ibéricas pescaron en 2013, 28.000 toneladas de sardinas, cuatro veces menos que hace diez años, ocho veces menos que hace 30 años. Guste o no, la sardina nada hacia su extinción.
Según el ICES, para que el stock de sardinas esté por encima del nivel de biomasa adecuado “se necesitará, con un 95% de probabilidad, 15 años sin pesca alguna. Si el actual nivel de reproducción continúa, ni siquiera así se podría alcanzar ese mínimo exigible para reanudar la pesca”, señala el ICES.
La palabra del ICES no es vinculante, pero las autoridades, tanto europeas como nacionales, suelen seguir su criterio. Desde 2012, la flota ibérica tiene restricciones en la captura de sardina (y otras especies), pero según el ICES, la medida no ha servido para nada.
El presidente portugués de la Asociación de Productores de Pesca de Cerco se ha quedado “perplejo” por la recomendación del ICES que, en su opinión, apunta a “un escenario apocalíptico”. Y le acusa de no tener “ninguna información científica ni profesional”.
El estudio final llegará a la Comisión Europea en octubre. Afortunadamente, o no, será un portugués, João Aguiar Machado, director general de Asuntos Marítimos y Pesca, quien decidirá si los portugueses tendrán sardinas el próximo junio y, en caso de mal menor, cuántas se comerán por verbena.
ICES: http://www.ices.dk/Pages/default.aspx
Asociación Nacional de Productores de Pesca de Cerco: https://anopcerco.wordpress.com/