La comisión de Pesca del Parlamento Europeo ha pedido aumentar un 10%, hasta los 7.740 millones de euros en precios corrientes, los fondos comunitarios para el sector pesquero en el próximo presupuesto a largo plazo de la Unión Europea, que cubrirá el periodo comprendido entre 2021 y 2027.
Los eurodiputados han defendido que el Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP) supone únicamente el 0,6% del Marco Financiero Plurianual (MFF, por sus siglas en inglés) de la UE, por lo que un incremento de este calibre tendría un impacto «muy limitado» en las cuentas europeas y supondría «sustanciales beneficios» para los pescadores y las regiones pesqueras europeas, ha informado la Eurocámara en un comunicado.
«No tienen casi ninguna repercusión en el presupuesto de la Unión, pero su disminución sí podría acarrear consecuencias muy negativas para los pescadores y para las regiones costeras», ha advertido el eurodiputado del PP Gabriel Mato, responsable del informe, para quien el Brexit «no puede servir como justificación» para reducir los fondos pesqueros.
Se trata, sin embargo, todavía de la posición de la comisión de Pesca de la Eurocámara, que todavía debe ser confirmada en una sesión plenaria, previsiblemente en abril, aunque las cifras finales dependerán de las negociaciones del MFF en su conjunto.
En cualquier caso, el documento aprobado también aboga por dividir el futuro presupuesto del FEMP de forma que el 87% se dediquen a la llamada ‘gestión compartida’ entre la Comisión Europea y los Estados miembros, mientras que el 13% restante se destine a apoyo directo o indirecto para cubrir medidas como el asesoramiento científico, medidas de control o seguridad y vigilancia marítima.
También han acordado que se reserven al menos el 15% de los fondos para las regiones ultraperiféricas como Canarias, al menos un 10% para la protección y restauración de la biodiversidad marina y costera y al menos otro 10% a la mejora de la seguridad las condiciones laborales y de vida de los pescadores y su formación.
Además, la comisión de Pesca ha abierto la puerta a que los pescadores europeos puedan recibir una compensación en caso de que se vean obligados a dejar de faenar de forma permanente y este cese de la actividad conduzca a una caída de la capacidad de pesca , siempre que el apoyo recibido no sea invertido en la flota.
«Mantener el apoyo para el cese definitivo, que expiró en diciembre de 2016, es muy importante en vista de la imprescindible reestructuración de la flota, muy necesaria en ciertas zonas, como el mar Mediterráneo», ha explicado Mato.