La Organización de Productores de Ondarroa ha comunicado a la Secretaría de Pesca Marítima, con sede en Madrid, que tres barcos de Ondarroa que faenen en el Reino quedarían «muy afectados» por la entrada en vigor de un Brexit `duro´.
Según Kiko Marín, «la entrada en vigor de un `Brexit´duro afecta directa y principalmente a nuestras empresas con buques con presencia directa allí, dos buques de arrastre y uno de palangre , aunque con posibles graves consecuencias para todas las empresas de buques de flota que trabaja en la zona que, con o sin presencia física de sus buques allí, tienen en mayor o menor medidas posibilidades de pesca y cuotas en esas aguas». Aparte de cómo se solvente finalmente el tema del acceso de los barcos, « esperamos que no llegue la sangre al río y no se expulse de la aguas británicas a los buques que allí faenan habitualmente. Nos preocupa y mucho todo lo que tiene que ver con la operativa de nuestros buques que habitualmente desembarcan en Lochinver y mandan el pescado en camiones vía terrestre marítima», decía Marín
Junto a ello, tratándose además de un producto fresco y altamente perecedero, los problemas que se pueden dar en materia de documentación a exigir, transporte por el Reino Unido y entrada en el continente a través de ferry, etc…, pueden suponer dificultades que «de facto imposibiliten una actividad y operativa ordenada, sin que en estos casos sea solución el evitar el desembarque en y transporte desde puertos del Reino Unido utilizando otros corredores como Irlanda Francia». De ahí que los armadores de ondarroa trasladen a la Secretaria de Pesca «su preocupación al respecto para que estas cuestiones sean tenidas en cuenta a la hora de analizar la problemática».
Repercusiones en Escocia
Una salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) sin ningún tipo de acuerdo puede llegar a reducir el Producto Interior Bruto (PIB) de Escocia hasta un 7 % este año, reveló hoy un informe del Gobierno regional.
El documento, titulado «Un ‘brexit’ sin acuerdo – Implicaciones económicas para Escocia» y elaborado por el economista jefe del Ejecutivo, Gary Gillespie, evalúa dos posibles escenarios que podrían producirse en el caso de que el próximo 29 de marzo el país abandone el bloque comunitario de forma abrupta.
La primera de estas posibilidades sería una interrupción a corto plazo de las cadenas de suministro que duraría varios meses, y la segunda contempla que este periodo de parálisis pueda alargarse mucho más en el tiempo.
En conjunto, estas presiones podrían empujar a la economía escocesa a la recesión durante 2019, con la posibilidad de que el PIB se contraiga entre un 2,5 y un 7 %.
Según el análisis, esta situación implicaría que el comercio entre Escocia y la UE se vería significativamente perjudicado, con una posible caída de las exportaciones de entre un 10 y un 20 %.
Habría, por tanto, una mayor incertidumbre económica, que podría reducir la inversión empresarial en Escocia en 1.000 millones de libras (más de 1.150 millones de euros) en 2019.
Respecto a la migración neta internacional, que actualmente sobrepasa la cifra de 13.000 al año, disminuiría y, como consecuencia de la desaceleración económica, la tasa de desempleo aumentaría hasta alcanzar entre el 5,5 % y el 8 % (actualmente se sitúa por debajo del 4 %).
La desaceleración económica, de acuerdo con el texto, resultaría en una depreciación de entre un 10 y un 30 % de la libra esterlina.
Aunque todos los sectores de la economía se verían afectados, el informe establece que las industrias más dañadas serían la de la agricultura y la pesca, el transporte, los productos químicos, los productos farmacéuticos, los alimentos y la construcción.
Un informe anterior del Gobierno escocés concluyó que una salida de la UE con el acuerdo propuesto por el Gabinete de Theresa May podría provocar una caída del PIB de alrededor del 8 % para 2030.
El ministro escocés de Economía, Derek Mackay, afirmó que el análisis confirma que el «brexit», «en cualquiera de sus formas», «dañará la economía de Escocia y tendrá como resultado un menor número de ingresos para las familias» de la región, que votó «abrumadoramente» por permanecer en la UE (un 62 %).