En Argentina preocupa el amplio número de buques que faenan en la milla 201.Es difícil calcular el número. Distintas fuentes señalan que son aproximadamente entre 150 y 200 barcos. La presencia de la flota extranjera al borde de nuestra Zona Económica Exclusiva es un foco que el sector argentino pide su control. La actividad de los extranjeros se concentra frente al Golfo San Jorge.
Los barcos proceden de banderas de China, Corea, Taiwán, España. La mayoría se reabastece en el puerto de Montevideo, donde según denunció la ONG Océanos Sanos, se desembarca en promedio un muerto por mes de las bodegas de estas unidades producto de las duras condiciones de trabajo a bordo.
Hoy la flota extranjera se concentra frente al Golfo San Jorge en busca del calamar, operan poteros, pero también arrastreros que capturan otras especies. La imagen que devuelve el control satelital marca un notable contraste con el Mar Argentino, prácticamente vacío por el receso de fin de año.
“No se está pescando nada en la milla 201”, reveló ante Pescare.com.ar un armador que sigue de cerca la actividad sobre el illex. El dato genera alivio pensando en el mercado, pero al mismo tiempo preocupación ya que, se sabe por antecedentes, este escenario alienta las incursiones ilegales en la ZEE Argentina.
Controlar un espacio marítimo conformado por 138.303 millas náuticas cuadradas no resulta una tarea sencilla para la Prefectura y la Armada. De allí que el Gobierno puso en marcha un plan para incorporar nuevas patrulleras mediante una inversión de 320 millones de euros.
Sin embargo, en la industria pesquera local también creen necesario fomentar un ordenamiento de la actividad en el área, haciendo respetar los derechos del país como Estado ribereño.
De acuerdo a datos del Inidep, durante 2017 en el Área Adyacente a la ZEE, al sur de los 44° S entre las semanas 1 y 21, operaron hasta 300 buques poteros que produjeron una captura aproximada de 140 mil toneladas de calamar. En tanto, al norte de los 44° S, hasta la semana 20 se detectó la presencia de 85 poteros, cuya captura se estimó en 6.500 toneladas. Muy poco en relación al historial.
De todas maneras, teniendo en cuenta que el valor promedio de la tonelada rondó los 2.500 dólares, se generó un volumen de negocio en torno a los 366,6 millones de dólares sólo con este recurso, suficiente como para mantener encendida la inquietud del sector. (PESCARE)