La Interfederativa de Cofradías aborda las preocupaciones más importantes del sector de bajura

Representantes de las Cofradías de la pesca de bajura de todo el Cantábrico y Noroeste que agrupan a 4.600 barcos de artes menores y de cerco y que faenan en el caladero nacional, compuesta por más de 8.000 tripulantes han abordado en Ribadeo la situación de este subsector en los aspectos de recursos, caladeros, diario electrónico y fichar en las faenas de trabajo. En cuanto a recursos, en verdel, como primera especie de importancia hasta el 2023, se establece una cuota de 5.544 toneladas por año, con una cuota baja y de pronto consumo al que tener que pagarse multas por la sobrepesca del 2009 y del 2010. De esta manera, con la cuota que sobró de este año piden compensarla «de manera proporcional» con caballa y anchoa, e insisten en aprovechar excedentes de pelágicos como bacaladilla o jurel para descontarla».

La Cuarta Interfederativa de Cofradías del Cantábrico-Noroeste ha consensuado posiciones de cara a que las gobiernos autonómicos y el nacional las compartan, defiendan y apliquen. Además de las pesquerías del bonito, la sardina o el verdel, se abordaron temas como la prohibición de los descartes, el destino de los fondos europeos destinados al sector o la obligación de registrar la jornada laboral en los pesqueros.

Otro aspecto que se trató es que la UE permite capturar casi 10.799 toneladas a Portugal y España. Del consumo del 33 % español se conocen datos, con lo que las cofradías quieren conocer los de los portugueses. También piden aclaraciones sobre las compras de cupo en el golfo de Cádiz.

En cuanto a la costera del bonito del norte acabó antes, finalizada finales de agosto, cuando solía rematar a principios de octubre, se comprueba que las 16.620 toneladas asignadas a España resultan insuficientes, y que no puede capturarlo pese a tenerlo frente a sus costas. Por este motivo demandan más cuotas. Consideran «como imposible el sistema de fichar en base a horarios y sistemas de trabajo en la pesca, con diferencias entre barcos y caladeros, hacen «imposible cumplir».

En cuanto a la obligación del desembarco todos los barcos de la UE deben registrar y llevar a puerto especies sometidas a cuota y, si la agotan, restarla de otras. Las artes menores quieren detalles de cuáles son sus especies objetivo, así como del consumo por flotas de minimis y las exenciones a la prohibición de descarte. Otro frente de trabajo son los