Investigación

Una investigación europea revela la importancia de proteger los recursos de la zona oceánica mesopelágica

Capturar peces que viven a más de 200 metros de profundidad puede tener consecuencias climáticas. Así, una investigación europea revela la importancia de proteger los recursos de la zona oceánica mesopelágica, situada entre 200 y 1.000 metros de profundidad.

El estudio ha demostrado que las migraciones diarias de las especies mesopelágicas transportan, al año, aproximadamente 5.000 millones de toneladas de equivalentes de CO2, lo que evidencia la necesidad de tomar medidas de protección de esta zona marina. Los resultados ponen de relieve la importancia potencial de los organismos mesopelágicos para aplicaciones farmacéuticas, nutracéuticas y para acuicultura.

La investigación, realizada durante 5 años en el marco del proyecto europeo SUMMER y coordinada por el centro tecnológico AZTI, ha contado con la participación de 22 instituciones y una financiación de 6,5 millones de euros del programa H2020 de la Unión Europea.

Ctenophora (iStock)

El equipo internacional de investigación ha publicado un informe exhaustivo que recoge los resultados de la evaluación de los recursos de la zona mesopelágica, realizada durante 5 años en el marco del proyecto europeo SUMMER. Esta capa oceánica, situada entre los 200 y los 1.000 metros de profundidad y que se extiende desde el Ártico hasta el Antártico, se caracteriza por su oscuridad y por una escasa penetración de luz, con solo un 1% de la luz solar alcanzando estas profundidades. Esta situación extrema limita la fotosíntesis y crea un entorno único donde las especies han evolucionado para sobrevivir en condiciones de alta presión y bajas temperaturas, desarrollando características especiales que podrían convertir a esta zona en una fuente potencial de recursos para la población mundial.

Para arrojar luz sobre esta zona oscura y fría de los océanos, el equipo de investigación ha desarrollado desde 2019 diferentes protocolos de actuación para estimar cuál es la biomasa total de esta región, establecer su rol e importancia en la cadena trófica, y analizar su papel en la transferencia y secuestro de carbono. 

La investigación ha mostrado que los peces mesopelágicos tienen un comportamiento migratorio diurno-nocturno, subiendo a aguas superficiales por la noche para alimentarse, y descendiendo a profundidades más seguras durante el día para evitar depredadores. Esta migración es fundamental no solo para su supervivencia, sino también para el funcionamiento del ecosistema, ya que contribuye a la transferencia de carbono y nutrientes a las capas inferiores del océano.

“La principal conclusión que hemos obtenido es que, a día de hoy, es más beneficioso proteger esta zona que explotarla. Proporciona servicios esenciales de regulación de nutrientes y climáticos, y sustenta numerosas poblaciones de peces de interés comercial”,destaca Raúl Prellezo, experto en economía pesquera de AZTI y coordinador del proyecto.

Eco sonda. Foto: University of Oslo

Índice de contenidos

Abundancia y potencial biomolecular en las profundidades oceánicas

La investigación, liderada por el centro tecnológico AZTI, ha estimado una abundante biomasa en esta zona: 1.300 millones de toneladas, lo que representa el 87% de la biomasa pelágica total y es 15 veces superior a toda la pesca oceánica en 2022 (81 millones de toneladas).

“A pesar de esta gran biomasa, la viabilidad comercial de explotar esta zona para la pesca es limitada. Primero, debido a la amplia y dispersa distribución de los peces. Segundo, por su pequeño tamaño, que requiere transformados en harina y aceite de pescado, Tercero, por su lento metabolismo y baja productividad. Todo ello los hace muy vulnerables a la sobrepesca”, explica Prellezo.

El estudio también ha observado cómo las condiciones extremas en estas profundidades han impulsado la evolución de comunidades microbianas con rasgos bioquímicos únicos y fuentes prometedoras de moléculas novedosas.

El proyecto SUMMER ha evaluado la actividad antimicrobiana de unos 700 extractos microbianos contra diversos patógenos humanos y de peces, así como contra células cancerosas humanas. Los resultados destacan el potencial de los organismos mesopelágicos para aplicaciones farmacéuticas.

Asimismo, se han encontrado en las vísceras de peces, bacterias que producen ácidos grasos omega-3, los cuales son importantes para la industria nutracéutica y la acuicultura.

“Los problemas de rentabilidad para obtener aceite de pescado requieren una evaluación cuidadosa para determinar si es viable comercialmente. Sin embargo, la búsqueda selectiva de organismos en la zona mesopelágica ofrece una vía prometedora y sostenible para aprovechar la diversidad microbiana y química en posibles avances farmacéuticos y nutraceúticos”, añade el investigador de AZTI.

europaazul

Entradas recientes

El Gobierno Vasco insta a Pesca aque solucione la situación de los atuneros en Senegal

El Gobierno Vasco ha instado al Ministerio de Agricultura y Pesca a que actúe y…

2 días hace

Francia prevé ayudas de 20 millones de euros por la veda del Golfo de Vizcaya

La ministra francesa, encargada de la pesca, Agnès Pannier-Runacher, precisó en el canal "Public Sénat"…

3 días hace

La flota pesquera trata de eludir el pago del impuesto sobre el CO2

Los barcos extranjeros están evitando los puertos de Dinamarca debido al impacto del impuesto sobre…

3 días hace

El Consejo Consultivo Sur aborda los problemas más importante de la política de pesca

La asamblea General Extraordinaria de CC SUDr ha tratado los aspectos más importantes de la…

3 días hace

Aetinape lamenta la «decadencia» marítimo pesquera

El Presidente de AETINAPE, José Manuel Muñiz, se lamenta ante más de 150 asistentes de…

3 días hace

Redes España desarrolla un marco normativo por una gestión sostenible

El proyecto Redes de España, cuyo objetivo es recuperar redes y aparejos descartados del sector…

3 días hace